La iniciativa nacida en Chile en 2019 se replicó por segunda vez en Medellín, convocando a entidades privadas, públicas, de la academia y del mundo de la innovación, además de expertos internacionales. Ambos países comparten, por su geografía y nivel de desarrollo, problemáticas sanitarias y sociales comunes, que pueden ser abordadas con nuevas tecnologías y programas de educación y formación.
Informes previos a la pandemia de Covid-19 proyectaban que la región de América Latina y el Caribe tenía uno de los sistemas de salud peor preparados para hacer frente a una emergencia sanitaria de alto impacto. Esto predijo el impacto de la crisis por el nuevo coronavirus en el continente a todo nivel, y que incluso han derivado en un escenario económico y social con muchos desafíos.
El desafío, entonces, es diseñar el fortalecimiento de capacidades técnicas, científicas y clínicas de profesionales y estudiantes de la región, para el planteamiento y desarrollo de soluciones a retos en salud a partir de la ciencia de datos y la inteligencia artificial.
“Lo que haremos será aprender a manejar grandes volúmenes de datos, como imágenes clínicas, resguardando privacidad de las personas y conocer las ventajas de compartir datos para el desarrollo de AI”, explicó Steffen Härtel, presidente del Comité Científico del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) y académico de la Universidad de Chile.
Por ello, es fundamental que la transformación digital del sector incorpore una comprensión más acabada de los desafíos de la sociedad para tener éxito.
“Una de las cosas que buscamos es generar capacidades y la consciencia de que la salud debe ser un concepto más amplio, y también articulado de cuestiones sociales y culturales. La experiencia de especialistas internacionales, que nos contaron historias relacionadas con proyectos en todo el mundo, fue útil para construir conocimiento y formar capacidades propias en el país, y que seamos nosotros mismos los que articulemos estas soluciones”, dijo el académico colombiano de la Universidad CES de Medellín Braiam Escobar.
En este contexto, ambos países comparten retos en cuestiones de interoperabilidad de los sistemas (que estos puedan compartir datos), crecimiento de empresas emergentes y de adopción de tecnología.
Escobar precisó que “también evidentemente compartimos avances, aunque en Colombia uno de los grandes retos es poder profundizar los esfuerzos en la vinculación entre universidad, la empresa y el estado, para una mejor transferencia a políticas públicas que permita que los desarrollos en inteligencia artificial y ciencia de datos se transformen en mejores soluciones para la salud”.
Chile y Colombia están estrechando lazos para impulsar la transformación digital de la salud en ambos países. Apoyados por el MIT Clinical Data, un área del Instituto Tecnológico de Massachusetts que desarrolla proyectos en todo el mundo en el ámbito de la ciencia de datos, académicos de universidades colombianas y chilenas juntos con el CENS, organizaron en Medellín el segundo encuentro Make Health Colombia.
Entre sus principales focos, el encuentro abordó el desarrollo de modelos predictivos de enfermedades sensibles al cambio climático a partir de ciencia de datos e inteligencia artificial.
Los parámetros estuvieron enmarcados bajo el concepto de «One Health” -un enfoque que conecta la salud humana, animal y ambiental, y promueve políticas públicas en esa dirección- y la relación entre lo que se denomina como “infodemia” y la desinformación en la propagación de Covid-19 en Latinoamérica.
La instancia nació en 2019 en Chile,con el propósito de incentivar alianzas públicas, privadas, de la academia, política e empresarial para fortalecer el ecosistema de innovación y resolver desafíos comunes de la salud que pueden ser abordados por tecnologías en un contexto social.
Los organizadores destacaron que la instancia -que contempló charlas, workshops, espacios de discusión académico y el desarrollo de soluciones a retos sanitarios a través de medios digitales- permitió alinear esfuerzos hacia una agenda de maduración conjunta en materias de transformación digital en salud.
“Este tipo de vinculación entre personas de la academia, la investigación, el mundo de la innovación, el sector privado y de los gobiernos son poco frecuentes, y estamos convencidos de que generamos cimientos sólidos, basadas en competencias y experiencias para construir una cultura de confianza que necesitamos”, sostuvo Härtel, uno de los creadores de este formato de encuentros.
Braiam Escobar, líder del centro de innovación y transformación digital de la universidad CES de Medellín, y uno de los organizadores del Make Health Colombia 2022, destacó que esta alianza entre académicos sudamericanos apuesta por establecer una cooperación permanente para abordar necesidades comunes. El rol de los especialistas del MIT, a través del proyecto Clinical Data, contribuirá a dinamizar aún más las alianzas.
“Buscamos consolidar en la región diferentes actividades entre múltiples grupos de interés para impulsar la ciencia de datos y la inteligencia artificial en pos de resolver algunos de los principales desafíos que enfrenta la salud en nuestro continente. Creemos que actividades de este tipo podrán generar impactos positivos. Chile ha hecho avances importantes a través de CENS y en Colombia estamos optimistas de poder seguir estos modelos”, subrayó el académico.
Una de las actividades del encuentro fue el Datatón, donde innovadores y desarrolladores compartieron datos de salud en un contexto simulado.
Make Health tuvo el patrocinio de nueve universidades colombianas (U. CES, U. de Antioquia, U. el Cauca, Pontificia U. Javeriana, la U. de Los Andes, U. El Bosque, U. del Rosario, U. ICESI y U. de Ciencias Aplicadas y Ambientales), dos entidades del sector público (Instituto Nacional de Salud y Secretaría de Salud del Cauca) y el gremio médico (Asociación Colombiana de Radiología) de ese país. Desde Chile apoya CORFO, ANID, el Centro de Informática Medica y Telemedicina (CIMT) del ICBM de la U. Chile, y la nueva Red de Salud Digital de las Universidades del Estado (RSDUE) desde el CUECH.
Y, además, dos organismos internacionales: CENS y MIT Critical Data de Estados Unidos. También estuvieron presentes especialistas de Harvard. Los expertos de estos tres organismos tuvieron un papel fundamental en transferir a los asistentes a la experiencia sobre cómo la ciencia de datos y la inteligencia artificial transforman los ecosistemas de salud y están promoviendo el bienestar de la sociedad, según destacan los organizadores.
Entidades de alcance global, como la Organización Mundial de la Salud o el Banco Iberoamericano del Desarrollo, incentivan a los países, en especial a aquellos en vías de desarrollo o emergentes, a generar las condiciones para la incorporación de tecnologías a servicio de la salud humana.
Los retos derivados del envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas no transmisibles y patologías de carácter endémico, entre otros factores, demandan mejorar competencias humanas y organizacionales, para el adecuado uso de tecnologías. De acuerdo a la OMS, más de mil millones de personas podrían verse beneficiadas por atenciones de mejor calidad y acceso expedito y temprano en la prevención y tratamiento de estos servicios.
Chile y Colombia son dos países en los que la transformación digital de la salud tendrá enormes impactos para la población, debido especialmente a su “desafiante” geografía, tal como analizan los organizadores de Make Health. Al igual que en Chile, el sistema de salud en Colombia tiene un alto nivel en términos de acceso, pero los grandes desafíos pasan porque ese indicador transite a una mayor calidad, y que eso también beneficie a las comunidades de zonas extremas.
Son estas comunidades, además, las que mayor impacto tendrán por desafíos sanitarios como epidemias o las enfermedades derivadas del cambio climático, que demandarán nuevas competencias y capacidades entre los prestadores, tanto públicos como privados, y de una participación más activa desde la academia, la investigación, el desarrollo y la innovación, exponen los organizadores.
“En Colombia tenemos una geografía desafiante porque tenemos parte de la cordillera central, que también hace que el transporte entre regiones y el acceso a distintas zonas sean muy complicados. Aparte tenemos la zona de la Amazonía, alejada del centro del país, entonces tenemos retos que resolver en cuanto a proveer los sistemas de salud para estas zonas más alejadas de los centros urbanos”, afirmó Escobar.
Steffen Härtel, de CENS, la maduración del proceso de transformación digital en ambos países es similar. “Colombia es un país grande y en cuanto a las diferencias entre campo y ciudad muy extremo. Son parecidos en muchos aspectos y tienen un similar desarrollo de las TIC’s. Ambos están generando vinculaciones virtuosos con fuerza y entienden que solo a través de colaboraciones puedan generar impactos importantes para la población regional”, destacó.
Härtel explicó que el gobierno de Colombia recientemente presentó sus lineamientos del plan digital de la salud con cierta profundidad, lo cual presenta una gran oportunidad para incentivar la evolución del sistema sanitario a uno donde datos, calidad, información y conceptos de mejora continua tengan un rol central, y, de esta manera, aportan evidencia de los impactos para otras naciones sudamericanas. En Chile, CENS y RSDUE, por ejemplo, trabajan en resolver brechas de base, como capital humano avanzado y regulaciones, que son comunes a toda la región.
“Lo que vemos es un avance sustancial, donde no solo hay promesas, sino también acción y musculatura incipiente. En los próximos años, esperamos que más países en la región se unen y puedan impulsar procesos de esta naturaleza, por lo que necesitamos tener humanos y sectores mejor preparados. Tomar este desafío intersectorial es el espíritu de Make Health”, reflexionó el académico de la Universidad de Chile.