El predominio de ómicron en los contagios de covid-19 de este año hizo que los laboratorios diseñaran nuevas fórmulas contra el virus SARS-CoV-2.
El coronavirus no ha desaparecido del mundo y probablemente no desaparezca, por lo que algunos laboratorios ya desarrollaron vacunas que acompasan las mutaciones del virus.
Reino Unido fue el primero en habilitar a mediados de agosto el uso de una nueva fórmula desarrollada por Moderna para su vacuna de ARN mensajero, que fue mejorada para combatir el linaje ómicron en todas sus subvariantes conocidas.
Estados Unidos le siguió el último día de agosto al autorizar el uso de las vacunas actualizadas de Moderna y Pfizer/BioNTech, que también utiliza la tecnología de ARN mensajero, y a los pocos días empezó a administrarlas a la población en general.
Luego, Canadá aprobó el refuerzo actualizado de Moderna contra el coronavirus SARS-CoV-2.
A comienzos de septiembre el regulador británico le dio el visto bueno a la versión actualizada de Pfizer/BioNTech y por esas fechas el país comenzó a inyectar las nuevas dosis a personas mayores de 50 años, a aquellas de alto riesgo de cualquier edad, a embarazadas y al personal de la salud.
Y más recientemente, este lunes, la Agencia Europea de Medicamentosrecomendó el uso de la vacuna actualizada de Pfizer/BioNTech en los 27 países de la Unión Europea, una decisión que deberá adoptar la Comisión Europea en los próximos días.
Las vacunas bivalentes son aquellas que protegen el cuerpo contra dos tipos de antígenos.
En el caso de las dosis actualizadas contra la covid-19, son bivalentes porque inmunizan contra la cepa original -también conocida como Wuhan por la ciudad china donde apareció el virus- y contra la variante ómicron.
Las vacunas que se utilizaban hasta ahora en el mundo eran monovalentes, es decir, estaban diseñadas solamente contra el virus original.
Una vacuna bivalente ampliamente utilizada en Latinoamérica es aquella contra el virus del papiloma humano (VPH), que fue diseñada para los tipos VPH-16 y VPH-18.
Las vacunas pueden ser polivalentes, lo que significa que pueden estar diseñadas para varias cepas o incluso varias enfermedades.
La vacuna pentavalente, por ejemplo, es aplicada en niños y protege contra la difteria, la tos convulsa, el tétanos, la influencia tipo b y la hepatitis B o la polio, dependiendo de su formulación.
Cada dosis de la vacuna original de Pfizer contra la covid-19 contenía 30 microgramos de tozinameran, una sustancia que actúa sobre el ARN, en 0,3 mililitros de líquido.
La versión bivalente también contiene 30 microgramos, aunque en este caso 15 microgramos están diseñados para la cepa de Wuhan y los otros 15 microgramos para ómicron.
En el caso del compuesto formulado por Moderna, cada dosis del producto monovalente contenía 50 microgramos de elasomeran en 0,5 mililitros que apuntaban al virus inicial, mientras que el refuerzo actualizado contiene 25 microgramos dirigidos a cada variante.
De momento, el refuerzo actualizado de Pfizer/BioNTech está autorizado para mayores de 12 años y el de Moderna para mayores de 18 años, tanto en EE.UU. como Reino Unido.
Las vacunas bivalentes autorizadas en EE.UU. fueron diseñadas para apuntar a los linajes BA.4 y BA.5 de ómicron, aunque cubre las variantes anteriores.
En Reino Unidos se aprobó una versión previa dirigida al linaje BA.1 de ómicron.
Las autoridades sanitarias estadounidenses señalaron que probablemente se recomendará en el futuro un refuerzo anual de la vacuna anticovid, de la misma forma que se hace con la vacuna de la gripe.
Las vacunas contra la covid-19 comenzaron a administrarse en el mundo en diciembre de 2020.
Desde entonces, más de 12.000 millones de dosis de una decena de laboratorios fueron aplicadas.
Casi dos años después y ante el predominio de la variante ómicron, los laboratorios fueron encomendados a diseñar las versiones actualizadas.
Sin embargo, estas nuevas vacunas no sustituyen al esquema inicial, que estaba pensado solamente para la cepa de Wuhan.
La vacuna bivalente es de refuerzo, por lo que quienes no se hayan vacunado con la pauta completa deberán hacerlo antes de recibir esta dosis adicional.
En Reino Unido deben haber pasado al menos tres meses de recibida la última dosis, mientras que en Estados Unidos el plazo mínimo son dos meses.
No importa qué vacuna haya recibido la persona anteriormente; el refuerzo actualizado puede ser de cualquiera de los dos laboratorios que ya tienen aprobación, dijeron los organismos reguladores de medicamentos.
Por el momento, ningún país de la región inició la vacunación con las versiones actualizadas.
Pero en Chile el gobierno piensa en una quinta dosis anticovid -ya dio refuerzos de tercera y cuarta dosis- con la vacuna bivalente que se comenzará a dar antes de fin de año, le dijo la ministra de Salud de ese país, María Begoña Yarza, a la emisora local Tele13 Radio.
Los países latinoamericanos que han administrado hasta ahora vacunas de Pfizer/BioNTech son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Las vacunas de Moderna, en tanto, han sido administradas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.
Un portavoz del laboratorio Moderna le dijo a BBC Mundo que la compañía modificó los acuerdos de suministro con Argentina y Perú para que las entregas de dosis sean de la fórmula actualizada una vez que obtengan la aprobación del regulador en cada país.
BBC Mundo contactó con Pfizer para conocer sus planes en América Latina, pero no obtuvo respuesta al momento de publicarse este artículo.