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Un 48% de los niños y adolescentes en Chile ha jugado en línea con desconocidos Digital

Un 48% de los niños y adolescentes en Chile ha jugado en línea con desconocidos

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La encuesta fue realizada a más de 3.500 escolares de entre 9 y 13 años. El estudio también abordó el ciberacoso en los menores, donde un 32% reportó haber sido testigo de este comportamiento.


El uso de videojuegos, internet y redes sociales, forma parte del día a día de muchos niños, niñas y adolescentes en Chile. Si bien, estas plataformas traen importantes beneficios para ellos, son espacios que sin un control por parte de sus padres o cuidadores pueden volverse muy inseguros.

El estudio “Percepción de riesgo y supervisión parental frente al uso de tecnologías en menores de 13 años 2021-2022”, en el que se encuestó a más de 3.500 alumnos/as entre cuarto y séptimo básico, contó con un equipo de expertos de diversas disciplinas.

Dentro de las preguntas que se realizaron, se indagó en cuál/es eran las actividades que los jóvenes más realizaban durante la semana y en todos los cursos, los videojuegos fueron la opción que obtuvo el mayor porcentaje, 53% en cuarto básico, 54% en quinto básico, 50% en sexto básico y 45% en séptimo básico, con un promedio de 15% de diferencia con la opción que le sigue.

Mientras que por otro lado, estar con la familia, es la actividad a la que menos tiempo le dedican los estudiantes de sexto y séptimo básico.

Éstas cifras se condicen con lo que los jóvenes declaran, ya que realizan estas actividades digitales, como utilizar el computador, jugar a videojuegos y usar el teléfono móvil, principalmente solos y sin compañía de adultos.

A su vez, los menores manifiestan respecto del uso de videojuegos, que un 99% de los padres les permiten “siempre jugar solos o con amigos”, un 65% siempre cuenta con “permiso para jugar videojuegos violentos” y un 40% “puede jugar en línea con desconocidos”.

En cuanto a la necesidad de pedir ayuda, se les preguntó a los jóvenes sobre a quién acudirían en primer lugar si viviesen una situación incómoda en internet, en este sentido fue la madre quién obtuvo la mayoría, con un 57%.

En segundo lugar, están los amigos con un 17%, dato no menor que preocupa enormemente ya que los jóvenes no necesariamente están capacitados para contener, asistir o proteger en caso de que sea necesario.

El padre junto con los hermanos/as, obtuvieron el tercer lugar con un 9% y los profesores quedaron en el último lugar con un 0,4%. Además, existe un 6% que manifestó que no acudiría a nadie, lo cual también resulta alarmante.

Esto es particularmente inquietante, ya que al registrar su percepción de riesgo, un 82% de los jóvenes considera muy riesgoso ser víctima de acoso sexual en línea, un 73% el recibir o encontrar contenido sexual y un 74% ser víctima de ciberacoso.

Sin embargo, a pesar de esta percepción, un 48% de los menores declaran “haber jugado en línea con personas desconocidas”.

Por otra parte, pareciera que su percepción de riesgo es externo y que no logran identificar los efectos que tiene en ellos mismos: un 35% está muy de acuerdo y un 42% está un poco de acuerdo, con que “jugar videojuegos los tranquiliza”, mientras que un 8% considera que los pone “violentos”.

Además de estos problemas, en el estudio se realizaron distintas asociaciones entre uso de pantallas y salud mental o bienestar emocional. Por lo que, se observó que el uso de teléfonos móviles, es la tecnología que más dificultades emocionales generaba en los jóvenes.

Cada una hora de aumento en su uso, se asoció a un aumento de 0,3 puntos en la escala de satisfacción vital y, a su vez, disminuyó 15% las probabilidades de tener un rendimiento de notas sobre 6.0.

Un ejemplo, es que por cada hora de actividad digital promedio diaria, se disminuye entre 2 a 5 décimas en las calificaciones.

¿Es necesario establecer límites?

Según los expertos, esto último puede manejarse si se implementan, dentro de otras estrategias, horarios de conexión o uso de las distintas tecnologías, teniendo siempre en cuenta el tipo de contenido al que se accede.

Este estudio demostró que hay una cantidad no menor de jóvenes, que reconoce no tener horarios establecidos para las distintas actividades anteriormente mencionadas.

Entre los resultados, un 37% no tiene horario para usar tablet o teléfono móvil, un 54% para la televisión y 45% para videojuegos.

Por otra parte, se infiere que establecer estos horarios reduce en forma importante las dificultades emocionales. Un horario normado del teléfono móvil las disminuye en un 27% y de los videojuegos en 37%.

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