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Acción climática: el poder de la naturaleza en la remediación Sustentabilidad

Acción climática: el poder de la naturaleza en la remediación

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Las soluciones basadas en la naturaleza son un aliado para la ciencia y una oportunidad para devolver a los ecosistemas, las condiciones que la acción antropogénica les ha quitado.


Las soluciones basadas en la naturaleza como concepto comenzó a ser utilizado a principios de este siglo. Se trata del conjunto de acciones que utilizan los atributos innatos que tiene la naturaleza para enfrentar algunos desafíos tanto climáticos como sociales, tales como la escasez de agua, el riesgo de desastres naturales, recuperar la degradación o incluso darles vida a espacios urbanos.

En otras palabras, hace referencia a soluciones que entrega la propia naturaleza y que requieren de la protección, gestión y eventual restauración por parte del ser humano para conservar los ecosistemas, salvaguardar la biodiversidad y mejorar el bienestar de las comunidades.

Algunos ejemplos concretos de soluciones basadas en la naturaleza (SBN) que podemos encontrar en su condición natural y que actúan como ente regulador por sí mismos son los humedales, los manglares, napas subterráneas y bosques cerca de ríos, que ayudan a proporcionar barreras naturales contra la erosión, almacenar carbono, filtros de agua, e incluso algunos evitan que lleguen sedimentos a los cauces y se contaminen, además de microorganismos que degradan naturalmente desechos o compuestos químicos.

Maryann Ramírez, director of Strategies and New Conservation Models en The Nature Conservancy (TNC) afirmó al diario El Mercurio que “físicamente las SBN han existido siempre, pero recién ahora se están considerando como una solución debido a que son respaldadas por la ciencia. También hay mayor conocimiento y acuerdo que ésta es la forma de proteger al planeta y también dar beneficios a las personas”.

¿Cuál es la oportunidad para nuestro país, entonces? Si bien en Chile aún son muy emergentes sus aplicaciones, hay buenas perspectivas de que eso cambie en el corto plazo.

El poder de los microorganismos

La naturaleza ha sido siempre una fuente de respuestas para el sinfín de preguntas del ser humano. Es por ésta y muchas razones más que las soluciones basadas en la naturaleza son un aliado para la ciencia y una oportunidad para devolver a los ecosistemas, las condiciones que la acción antropogénica les ha quitado.

La captura de agua lluvia para riego, la seguridad alimentaria, o recolección de oxígeno para problemas respiratorios por la contaminación del aire, son parte de lo que pueden ofrecer estas soluciones.

Al ampliar más el concepto, se puede traducir en enfoques no tradicionales para enfrentar los problemas ambientales, mediante el aprovechamiento del capital natural. Si lo llevamos a la práctica, en Chile existe una superficie de 36,5 millones de hectáreas de suelo con algún grado de erosión (48,7% del territorio nacional), de los cuales 18,1 millones se encuentran en las categorías de erosión severa o muy severa (Ciren, 2010).

Según información difundida por la BBC, el proceso de formación de un par de centímetros de suelo de forma natural puede tardar hasta 500 años, de allí la importancia de encontrar urgentemente una solución, idealmente natural, para la preservación de estos.

En el área de las soluciones basadas en la naturaleza, también encontramos los microorganismos que actúan día a día en un quehacer constante, pero que pasan desapercibidos al no poder ser detectados a simple vista. Sin embargo, su rol es clave para la sostenibilidad de los procesos naturales.

Por ejemplo, cuando un suelo se contamina, después de un tiempo se genera una recuperación natural en la zona, ya que existen bacterias presentes en la naturaleza que son capaces de degradar algunos componentes.

Como todo proceso natural, puede tardar décadas, y para impedir que la afectación de suelos siga aumentando a pasos agigantados, la comunidad científica ha encontrado una tecnología para ayudar a acelerarlo, proceso conocido como biorremediación.

El saneamiento de un terreno, a través de esta técnica, da la posibilidad de recuperar de forma sustentable y con bajo impacto un sitio que haya sido contaminado.

A nivel internacional existen casos exitosos de biorremediación en Londres (Inglaterra), Bilbao (España), Paris (Francia) y Turín (Italia). En esta última ciudad se usó la biorremediación para recuperar el terreno utilizado por una antigua oficina de gas, en la que actualmente funciona el Campus Luigi Einaudi de la Universidad de Turín.

A pesar de que en Chile el suelo es un bien escaso, hay muy pocos casos de biorremediación de suelos. Uno de ellos se registra en Punta Arenas, en la Región de Magallanes, donde se sanearon 376 fosas que contenían petróleo crudo en una zona de operaciones de ENAP. La otra experiencia se desarrolló en Puerto Montt, en que se recuperó un sitio que funcionó durante décadas como depósito de combustibles de la empresa Esso.

Actualmente, se está trabajando para sacar adelante un proceso de biorremediación en Viña del Mar, en los terrenos de Las Salinas, donde existe suelo contaminado por hidrocarburos. Investigadores expertos de universidades de la Región de Valparaíso, a los que se suman otros extranjeros, están siguiendo muy de cerca este proceso, que permite la recuperación de suelos de manera segura y sostenible para las personas y el entorno.

Proyección de las soluciones

Otra ventaja de las soluciones basadas en la naturaleza es que permiten recuperar los suelos con los mismos elementos naturales que son propios de cada sector, sin necesidad de alterar los equilibrios del entorno. De esa forma, el proceso se da de manera natural y de un modo casi imperceptible para las personas. Además, permite trabajar extensiones de terreno amplias, por lo que resulta un buen sistema de saneamiento.

De esta forma, trabajar en la biorremediación se transforma en una acción climática, que permite restablecer equilibrios perdidos por la acción de las personas y el impacto de las industrias.

Los suelos recuperados quedan después nuevamente disponibles para todos los usos de una ciudad, lo que resulta fundamental en tiempos en que existe tensión sobre la disposición de nuevos suelos que puedan estar a disposición de poblaciones que siguen creciendo de manera continua.

Poder recuperar suelos que ya forman parte del plano urbano y no tener que extender las ciudades disponiendo de suelos agrícolas para el desarrollo de la vida de las personas, es también un punto relevante para vivir de manera más sostenible.

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