Los azúcares añadidos se encuentran altamente distribuidos en los alimentos que consumimos diariamente, en especial los procesados.
Los azúcares son hidratos de carbono simples que podemos encontrar de forma natural en los alimentos que contienen carbohidratos o añadidos a los alimentos procesados.
El efecto que tiene el azúcar, según la fuente alimentaria de dónde se obtiene, puede tener diferentes impactos en la salud a largo plazo.
“El problema con el azúcar es cuando la consumimos como ‘azúcar añadida’ en los alimentos procesados. Desde la revolución industrial, la ingesta de azúcares añadidos ha aumentado hasta más de 40 veces, generando alarma y preocupación sobre su efecto que ésta tiene sobre nuestra salud”, explica la nutricionista Michelle Labbé, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
“Cuando estas azúcares están presentes de forma natural en los alimentos que contienen carbohidratos, el azúcar no es nociva para nuestra salud por varios motivos su baja concentración, su lenta absorción”, dice.
“Hoy en día, nuestro consumo de azúcares va más allá del azúcar que agregamos al café por la mañana. La industria alimentaria agrega azúcar para incrementar el sabor y palatabilidad de los alimentos, por lo que encontramos estos azúcares en una amplia variedad de alimentos, desde los alimentos dulces como bollería, galletas, chocolates, postres, lácteos azucarados, etc.; y también en alimentos salados, como sopas, panes, carnes curadas y salsa de tomate, que no sospechamos que sean fuentes de azúcar”, afirma la nutricionista.
Según explica la académica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que la ingesta de azúcares añadidas no exceda el 10% de las calorías totales (unas 10 cucharaditas de azúcar o 200 Kcal en una dieta de 2000 Kcal para un adulto sano) y sugiere que debiese restringirse aún más (a un 5%) dado su impacto negativo en la salud.
En Chile, más de 50% de la población estaría superando esta ingesta, dado que es uno de los principales países consumidores de bebidas azucaradas.
“Si consideramos que con el consumo de una sola lata de bebida gaseosa puede contener entre 7.5 a 12 cucharaditas de azúcar (excediendo la recomendación de la OMS) podemos empezar a visualizar el problema del consumo excesivo de azúcares añadidos en la dieta”, dice.
Los azúcares añadidos se encuentran altamente distribuidos en los alimentos que consumimos diariamente, en especial los procesados. “Estos contribuyen a la ingesta de calorías diarias, lo que, unido a un estilo de vida sedentario, pueden promover varias consecuencias a largo plazo”, detalla la experta.
Según Michelle Labbé, los efectos negativos del azúcar en la salud son:
Por un lado, cuando una dieta es rica en azúcares agregados, la calidad nutricional de la misma disminuye, ya que aumenta el consumo de alimentos procesados por sobre los alimentos naturales que ofrecen vitaminas, minerales, fitoquímicos antioxidantes que disminuyen el envejecimiento prematuro y el riesgo de padecer varias enfermedades degenerativas (8,9).
Es importante reducir la cantidad de azúcar añadida en nuestra dieta. “Para ello, es siempre preferible evitar los alimentos procesados y las bebidas azucaradas. Es muy importante que empieces a leer los etiquetados de los alimentos. Si en el listado de ingredientes encuentras al azúcar dentro de los primeros 4 ingredientes te recomendamos que busques otra alternativa que no lo tenga”, explica.
La académica de la UNAB recomienda algunos cambios que puedes aplicar a la dieta:
Si el azúcar se ha convertido en un dulce enemigo para tu salud, siempre consulta con un Nutricionista profesional, que puede ayudarte a llevar una vida más sana y que mejores tu relación con la comida. Recuerda que el primer paso es reconocer que necesitas hacer un cambio por ti y para ti.