El estudio, que abordó la realidad del género en grupos de clase media y media baja, estimó que un 67% de las mujeres no puede financiar su presupuesto con sus ingresos. Ocho de cada diez participantes del sondeo dijo que su situación económica actual es regular o mala; su principal ítem de gasto es la alimentación.
Un 67% de las jefas de hogar en Chile debe endeudarse para cubrir los gastos básicos de sus familias, según arrojó una encuesta realizada por Grupo Defensa, junto a su marca defensadeudores.cl, a mujeres pertenecientes a grupos socioeconómicos de clase media y media baja.
Ocho de cada diez entrevistadas manifestaron que su actual situación económica actual es apenas regular (48,3%) o mala (33,5%). Mientras que apenas un 18,1% de las mujeres que fueron parte del sondeo dijo que su estado financiero es bueno.
Carmen Gloria Arroyo, abogada y socia del Grupo Defensa, afirmó que las condiciones estructurales que perjudican el empoderamiento económico de las mujeres siguen vigente, lo que conspira significativamente para que estas puedan alcanzar su desarrollo. Por ejemplo, en Chile, solo el 16% de los padres paga a tiempo las pensiones de alimentos de sus hijos.
“El empoderamiento económico de las mujeres es sin duda uno de los grandes desafíos para nuestra sociedad en este siglo”, expuso la abogada. Las mujeres, de hecho, producen el 66% del trabajo mundial, el 50% de los alimentos, pero ganan sólo el 10% del ingreso y son dueñas del 2% de las propiedades, de acuerdo a indicadores proporcionados por Naciones Unidas.
“Por eso, para que este empoderamiento sea una realidad debemos crear oportunidades de empleo digno y de calidad, y políticas públicas que reduzcan las inequidades. Esto no solo tendrá un impacto en que las mujeres salgan de la pobreza, sino que tengan mayores espacios en múltiples ámbitos, en línea con su importancia para la sociedad global”.
La medición estimó que un 52% de las mujeres es sostenedor de su hogar, ya sea en solitario (30%) o con otro miembro de su familia (70%). El 56% tiene un trabajo asalariado como dependiente o independiente, el 7,4% son trabajadoras de servicios domésticos y el 17% es dueña de casa. Un 18,5%, en tanto, está cesante.
De las 487 mujeres que fueron parte de la encuesta, un 88,5% tiene hijos en edad escolar o universitaria (con una media de 2,2). El 36,5% están casadas y el 34,2% solteras. En tanto, el 23% se encuentra divorciada o con separación de hecho. De este último grupo, el 95,3% asegura que parte de sus gastos los financia con la pensión de alimentos, principalmente el presupuesto para comida (47%) y educación de los hijos (36%).
El 49% dice que no ha tenido problemas con el pago de las obligaciones por parte del padre. Es decir, más de la mitad se ha encontrado en algún momento con problemas de incumplimiento. “No cabe duda que esta situación, ya sea transitoria o permanente, tiene un enorme impacto en la economía de las mujeres que viven en el país”, afirmó la abogada
La especialista de Grupo Defensa recalcó que las mujeres sostenedoras deben conseguir mensualmente un monto que oscila entre los $100 mil y $300 mil para sacar adelante a sus familias. El principal motivo de endeudamiento es para destinar recursos a los gastos básicos (52%). También se ven obligadas a cubrir los costos asociados a salud, educación y dividendos.
¿Cómo lo hacen? Fundamentalmente con tarjeta de crédito (44%), realizando horas extra o con ayuda de familiares (28,5), préstamos informales (26%), avances en efectivo (14%), línea de crédito (11%) o crédito de consumo (6,9%). “No solo deben hacerse cargo de todas las obligaciones de la crianza, sino que además contraer deudas, en muchos casos en condiciones poco favorables, para cubrir lo que no pueden con sus ingresos”, añadió.
Según un informe del Banco Mundial, alrededor de 2400 millones de mujeres en edad de trabajar no tienen igualdad de oportunidades económicas. A nivel global la brecha entre los ingresos esperados tanto de hombres y mujeres a lo largo de su vida es de USD 172 billones, casi dos veces el producto interno bruto (PIB) anual del mundo.
“El empoderamiento económico de las mujeres es vital para avanzar en equilibrar las brechas de género y alcanzar un desarrollo a escala humana para todas y todos. La discriminación en este aspecto tiene consecuencias de gran injusticia, entre ellas, que las mujeres terminen desempeñando labores menos seguras y con pagos más bajos, además de limitar sus oportunidades de alcanzar espacios de mayor relevancia en la toma de decisiones”, señaló la abogada.
Un informe de la Comisión para el Mercado Financiero (radiografía del endeudamiento de las personas, del año 2022) precisó que, en Chile, el número de deudores bancarios es equilibrado entre hombres y mujeres. Sin embargo, la deuda de las mujeres ($1,3 millones) es cercana a la mitad de la de los hombres ($2,9 millones), lo que demuestra que el acceso a crédito del género femenino es aun significativamente más bajo que el de los hombres.