Expertos aseguran que el aumento de trastornos de salud mental, aspectos culturales, brechas de género y desigualdad económica, son algunos de los factores que explican que muchos de las y los habitantes del país no se sienta feliz.. Sin embargo, según Ipsos, entre fines de 2020 y comienzos del 2023, el porcentaje pasó de 39% a 79%, y en un solo año el indicador de felicidad aumentó 26 puntos porcentuales.
Según Naciones Unidas, la felicidad es una meta humana fundamental y difícilmente eso se podría poner en duda. La pregunta es ¿somos realmente felices las y los chilenos? De acuerdo a algunas mediciones, solo la mitad de la población se consideraba feliz, debajo del promedio mundial.
Viviana Tartakowsky, directora de la Escuela de Psicología de la U. Bernardo O’Higgins (UBO), asegura que como todo fenómeno social es multicausal, pero que en el caso de Chile el ámbito cultural tiene un peso relevante.
“Crecimos con la frase de que la ‘risa abunda en la boca de los tontos’, entonces muchos tenemos la arraigada creencia de que reír es sinónimo de simpleza o liviandad. Si bien, las miradas de la psicología positiva y la risoterapia se han ido instalando de forma creciente en Chile, ésta aún no impregna a toda la población”, afirma la académica.
Además, hay un importante aumento de los trastornos de salud mental, las brechas de género y la desigualdad económica son otros factores que han influido en este escenario.
Sin embargo, aún siendo un concepto ampliamente utilizado, es complejo tener una única definición de felicidad. Hay consenso en torno a que se asocia a una situación de bienestar, vinculada a la resiliencia, la gratitud y la valoración de lo que la persona tiene versus la psicología del déficit o lo que falta.
Ipsos lanzó su último informe “Felicidad Global 2023”, en el cual muestra la percepción de más de 20.500 personas en 32 países, incluido Chile, con el objetivo de medir la proporción de personas que se consideran felices y conocer cuáles son consideradas las fuentes de felicidad que entregan mayor satisfacción.
Según la encuesta, un 79% de las y los chilenos se declara una persona “muy feliz” o “bastante feliz”, estando por encima del promedio mundial (73%) y ubicándose como el cuarto país americano con el porcentaje más alto, sólo superado por Brasil (83%), México (81%) y Colombia (80%).
Además, el nivel de felicidad en Chile se recupera después de dos años con mediciones inferiores: mientras que en 2020 sólo un 39% de las personas se consideró feliz, a fines de 2021 esto aumentó a 53%. Hoy son ocho de cada diez chilenos los que se consideran felices.
“Chile se suma a la tendencia general de los países de Latinoamérica, donde se observa una mejora importante del nivel de felicidad declarada tras la pandemia. Nuestros países se vieron muy fuertemente golpeados en el estado de ánimo tras los encierros, y poco a poco se recuperan los indicadores que se veían antes del 2020”, explica Miguel Pinto, subdirector de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
“Además, tanto en Chile como en el mundo podemos ver mucha inestabilidad en la autopercepción de felicidad, lo que se expresa en cambios bruscos entre las distintas mediciones, lo que es un indicador de también de cómo los estados de ánimos van cambiando rápidamente con los escenarios tan inciertos en los que vivimos”, añade.
A nivel nacional, los aspectos de la vida donde las personas se sienten más satisfechas son los estudios (85%), el sentimiento de “sentirse querido” (83%) y los hijos junto a la relación con la pareja o cónyuge, ambos con un 82%. Por otro lado, los temas donde los encuestados chilenos se declaran menos satisfechos son la situación social y política del país (26%) y la situación económica del país (26%).
Los factores de la felicidad se construyen según la correlación entre la satisfacción con cada aspecto de la vida y la felicidad declarada por los encuestados. En otras palabras, significa qué aspectos de la vida, al estar satisfechos, tienen más peso en que una persona se declare o no como feliz. En esta sección, los tres ítems más relevantes a nivel mundial fueron: “sentir que mi vida tiene sentido” (0,529 puntos de correlación), “sentir que controlo mi vida” (0,527) y “salud mental y bienestar” (0,521).
“En un mundo que vive atravesado paralelamente por distintas crisis, la estabilidad en la salud mental pasa a ser clave para el bienestar de las personas. Eso reafirma la necesidad de que los gobiernos se ocupen de la salud mental como un pilar de la protección de las personas, que han visto reducido su red de apoyo y donde las interacciones virtuales van reemplazando al contacto personal”, explica Miguel Pinto.
Al mismo tiempo, los estudios han derribado mitos sobre su directa relación con bienes materiales, pues estos causarían un placer momentáneo, no perecedero.
“Debemos partir por identificar las cosas, situaciones o personas que generan bienestar a largo plazo, por ejemplo: una sana relación de pareja o con los hijos e hijas, con una comunicación fluida no exenta de conflictos. Asimismo, hay que evitar caer en la dicotomía de que ser feliz implica nunca tener episodios o situaciones de tristeza. En otras palabras, situarlo desde un estado de bien-estar que implica que ciertas áreas de la vida están funcionando bien, pero por supuesto hay otras que no tanto”, aconseja Tartakowsky.
“Felicidad no es estar completo en todas las aristas de la vida, lo que sería una utopía, sino privilegiar aquellas cosas, situaciones o personas que causan bienestar a largo plazo, como hacer deporte, tener amistades genuinas, darse tiempo para descansar y dormir bien, entre otras”, añade.
A nivel global, un 72% de los encuestados aseguró contar con uno o varios amigos cercanos o familiares con los que podría confiar para que les ayuden en caso de necesidad. En este ámbito, nuestro país se ubica apenas por encima del promedio global, con 73% de los chilenos diciendo que cuentan con una red de apoyo. Esto nos posiciona como el penúltimo país latinoamericano del estudio, solo por encima de Brasil (58%).
Por otro lado, un 34% de los chilenos dijo haber experimentado recientemente un acontecimiento profundamente perturbador o angustioso que les ha impedido sentirse bien con sus vidas, posicionando a nuestro país por debajo del promedio mundial (39%), mientras un 38% dijo enfrentarse o haberse enfrentado recientemente a una situación personal difícil que no ha podido resolver por sí mismo.
Además, un 43% de las personas a nivel mundial cree que durante los próximos 10 años será más difícil para las personas solteras encontrar una pareja, para las parejas casadas mantener una relación feliz y para las personas tener amigos cercanos con los que puedan contar.
Así como hay acciones individuales que se pueden incorporar en el día a día, existen políticas públicas a largo plazo que debiesen impulsarse para mejorar estos indicadores. “Todas aquellas que aporten a minimizar la desigualdad económica, la brecha de género, la exclusión de grupos por raza u otras discapacidades, son fundamentales. Junto con ellas, están las que fomentan la conciliación familia-trabajo, actividades deportivas y mejores horarios de jornadas laborales”, indica la experta UBO.