Educación
En los últimos 15 años las y los alumnos inscritos en estos establecimientos aumentaron en 62%. Los números de los CFT también crecen significativamente.
El último informe del Mineduc, que habla de la evolución de matrículas de Educación Superior, muestra que los institutos profesionales tuvieron un crecimiento altísimo en quince años. Si miramos los números, en 2007 hubo 156.124 inscritos en estas instituciones. Realidad muy distinta a la observada este año que registró 419.432 matrículas, llegando a cifras históricas que apuntan a un aumento del 62% en el periodo mencionado.
¿Por qué se dispara la inscripción en los IP?
Si bien hay consenso en que estudiar en cualquier institución de Educación Superior entrega mejores oportunidades a quienes se quedan sólo con la Educación Media, las carreras técnicas han ganado terreno. En Chile hay una necesidad mayor de capital humano en áreas técnicas y esto ha hecho que se conviertan en una alternativa más cotizada.
Según el rector de Inacap, Lucas Palacios, hay tres factores que explican el fenómeno: “Primero, ofrecemos carreras cortas y modernas con sello de calidad; es decir, que en menos años de estudio nuestros estudiantes pueden desarrollarse en diversos sectores productivos. En segundo lugar, nuestras carreras apuntan a cubrir las necesidades de las empresas y de cada región en particular, aportando a la productividad y descentralización. Y, tercero, tenemos niveles de empleabilidad por sobre el 90% en nuestros alumnos titulados, pues nuestra oferta es pertinente a las necesidades reales”.
El relacionamiento y colaboración con sectores productivos también ha ayudado a la tendencia. Las alianzas y colaboraciones de instituciones educativas con empresas privadas también aumentan. Por ejemplo, el proyecto Cauce, presentado por Sandro Solari en la última versión de Enade, o el convenio firmado entre Inacap y Arauco hace algunas semanas.
Charles Kimber, gerente corporativo de Personas y Sustentabilidad de Arauco, explica que “la educación tiene un poder transformador de la sociedad, es el motor del desarrollo que nos permitirá fortalecer la formación de jóvenes y mejorar su empleabilidad, sobre todo en un mundo más digital y de mayor automatización que requiere de nuevas herramientas y capacidades y, en ese sentido, la formación técnica juega un rol muy importante y lo hará aún más en el futuro”.
El informe, publicado por el Ministerio de Educación (que puede leerse completo en www.mifuturo.cl), también releva el papel que están cumpliendo los Centros de Formación Técnica. En esas instituciones las matrículas pasaron de 86.838 en el año 2007, a más de 136.000 en 2023, demostrando que este tipo de formación sigue abriéndose paso en las opciones de los estudiantes.
