
Los países latinoamericanos que liderarán el “nearshoring” en 2025
El nearshoring consiste en trasladar parte de la producción a un país cercano al mercado principal. El objetivo es reducir costos y mejorar la eficiencia de las cadenas de suministro. El BID estima en 78 mil millones de dólares las inversiones que podrían llegar a Latinoamérica gracias a esto.
El nearshoring o la estrategia de relocalización de operaciones de producción cerca del mercado final, está transformando las cadenas de suministro a nivel global. Impulsada por tensiones comerciales, riesgos logísticos y la pandemia, esta tendencia ha llevado a las empresas a buscar ubicaciones estratégicas que les permitan adaptarse con rapidez y eficiencia.
En este panorama, América Latina se posiciona como una región clave para atraer inversión extranjera directa (IED), gracias a su proximidad con mercados principales como Estados Unidos, sus acuerdos comerciales y la calidad de su fuerza laboral. Países como Costa Rica, Brasil y México destacan por sus condiciones favorables para el nearshoring, abriendo oportunidades para sectores como la manufactura de alta tecnología, dispositivos médicos, automotriz y productos de consumo.
Mientras Chile desempeña un papel estratégico en el desarrollo del nearshoring con Argentina y Bolivia debido a su reconocida. Según un informe de JLL Research titulado “Nearshoring – Develando el Potencial de América Latina”, Chile destaca en las categorías de “Entorno Empresarial” y “Trayectoria en Materia de Inversión” entre diez países latinoamericanos evaluados.
Esta posición privilegiada facilita la colaboración regional y potencia las cadenas de valor en sectores como la minería y la energía, promoviendo un desarrollo económico más equilibrado y sostenible en la región.
Pero además los ojos sobre esta estrategia están puestos en otros países de la región.
Costa Rica: Sostenibilidad y talento especializado
Costa Rica se ha consolidado como un destino atractivo para los inversores, especialmente de Estados Unidos, de donde proviene más del 70% de su IED. Su enfoque en sostenibilidad, con un 98% de su electricidad generada a partir de fuentes renovables, y una fuerza laboral altamente capacitada han sido clave en su éxito.
El país cuenta con un sólido Régimen de Zonas Francas, como Coyol Free Zone, que ofrece infraestructura de clase mundial y beneficios fiscales para empresas extranjeras. Además, la estrategia lanzada por PROCOMER busca fortalecer los vínculos locales y crear nuevas oportunidades de empleo, promoviendo la transferencia de conocimientos y el desarrollo regional.
Brasil: Un gigante económico en movimiento
Con una población de 215 millones y siendo la novena economía mundial, Brasil se ha convertido en un imán para los fabricantes chinos de automóviles como Great Wall Motors y BYD, además de atraer inversiones en los sectores de energía, agricultura y tecnología.
El gobierno de Lula Da Silva ha implementado acuerdos bilaterales e incentivos públicos para atraer capital extranjero, consolidando al país como un hub estratégico para la producción y el comercio en América del Sur.
México: La puerta de entrada a Norteamérica
La proximidad de México a Estados Unidos, junto con las ventajas del T-MEC, posiciona al país como un líder natural en Nearshoring en América Latina. Las empresas multinacionales encuentran en México una combinación de costos laborales competitivos, cadenas de suministro eficientes y una industria nacional robusta, especialmente en el sector automotriz.
El comercio exterior juega un papel crucial en su economía, con más del 45% de sus importaciones provenientes de Estados Unidos y un flujo constante de inversiones de Asia y Europa. Con un cambio gubernamental a la vista, se espera una reactivación económica que potencie aún más estas ventajas competitivas. Sin embargo, persiste incertidumbre sobre cómo las políticas proteccionistas, potencialmente reactivadas por Donald Trump, podrían afectar la inversión extranjera en el país.
Colombia: Una gran estructura
Bogotá y Medellín emergen como centros neurálgicos de relocalización gracias a su infraestructura logística en constante mejora, incentivos fiscales en zonas francas y un ecosistema empresarial competitivo. A este panorama se suma la relevancia estratégica de Barranquilla, cuyo puerto, uno de los más importantes de la región, ha sido clave para potenciar el comercio exterior y facilitar el tránsito de mercancías hacia mercados internacionales. El crecimiento sostenido de Barranquilla como un hub logístico y portuario complementa los esfuerzos de Bogotá y Medellín, impulsando el dinamismo económico nacional. Se espera que las exportaciones colombianas de productos no básicos crezcan un 11% en 2025, consolidando al país como un mercado emergente de alto potencial.
Panamá: Zonas económicas competitivas
El Canal de Panamá y las zonas económicas especiales ofrecen una ventaja competitiva única para el comercio mundial. La dolarización de su economía elimina riesgos cambiarios, mientras que su fuerza laboral cada vez más bilingüe y capacitada atrae sectores clave como logística e industria.
Perú: Infraestructura moderna
Para Perú, el desarrollo del recientemente inaugurado Puerto de Chancay es un hito estratégico en su infraestructura logística. Ubicado a 80 kilómetros de Lima y desarrollado por Cosco Shipping, este puerto conecta directamente a América Latina con Asia, facilitando el comercio internacional y reduciendo costos logísticos.
En el contexto del nearshoring, el Puerto de Chancay impulsa la atracción de inversiones extranjeras al ofrecer una ubicación estratégica y moderna infraestructura, posicionando a Perú como un centro clave en las cadenas de suministro globales, fortaleciendo su competitividad comercial.
El futuro del nearshoring en la región
“El nearshoring no es solo una tendencia, es una estrategia clave que está redefiniendo las cadenas de suministro globales. América Latina, con su proximidad a mercados principales y su talento altamente capacitado, se posiciona como el epicentro de esta transformación”, dice José Ambe- CEO de Logística de México (LDM).
A medida que esta estrategia continúa ganando terreno, América Latina emerge como una de las regiones más prometedoras para 2025. Países como Costa Rica, Brasil y México lideran el camino, atrayendo inversión, generando empleo y fomentando la colaboración entre empresas y comunidades locales.
Esta transformación no solo redefine las cadenas de suministro globales, sino que también impulsa el desarrollo económico y social en toda la región.