Desde facilitar un trámite a reducir el aislamiento social, los beneficios del uso de tecnologías son múltiples para las personas mayores. Así lo explica la fonoaudióloga Lorena Martínez a cargo de esta iniciativa.
“Ya nadie me llama”, ¿qué es whatsapp?, la clave única… ¿qué es eso?, “no quiero un asistente virtual, quiero una persona”, ¿Cuántos de nosotros nos hemos visto enfrentados a estas frases en el círculo más cercano que habitamos?, pregunta Lorena Martínez.
Con esto la académica de Fonoaudiología de Universidad Andrés Bello, sede Concepción, reflexiona sobre la presencia de la tecnología en la vida diaria y las brechas existentes en torno al tema que dio origen a Renace Digital: Programa de Alfabetización Digital para Personas Mayores.
Se trata de una experiencia de alfabetización digital en personas mayores, organizada entre UNAB y el Cesfam O’Higgins. La iniciativa, que en un plan piloto pretendía abarcar a 20 personas mayores de 65 años, hoy tiene a 31 adultos mayores capacitándose voluntariamente en uso de smartphones, utilización de whatsapp y trámites online.
El programa es dirigido por la académica en conjunto con Jonatan Ibaca, ambos fonoaudiólogos. Martínez comenta que “los programas de alfabetización digital y apropiación de las tecnologías dirigido a personas mayores tienen un fuerte efecto en su autonomía, percepción de bienestar y en la calidad de vida que manifiesta”.
La integración de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la vida de las personas mayores de 60 años es sumamente importante, tanto por ser un derecho que les corresponde como por los beneficios que aporta a su calidad de vida. Se ha observado que el uso de las TIC tiene un impacto positivo en la salud física y mental de los adultos mayores, así como en su autoconfianza y participación. Además, contribuye a reducir el aislamiento, una situación que a menudo se experimenta durante la vejez.
En este contexto, señala, resulta crucial destacar la relevancia de las medidas y proyectos que impulsen el acceso y estimulen la utilización de las herramientas tecnológicas entre la población de edad avanzada, brindándoles recursos y capacidades específicas para desenvolverse en el entorno digital. En esto, asegura, los municipios, instituciones, fundaciones y universidades desempeñan un papel fundamental.
“Sin embargo, es responsabilidad del Estado coordinar estas acciones y abordar esta cuestión mediante políticas y programas gubernamentales”.
Las investigaciones a nivel internacional han identificado diversos beneficios asociados a la alfabetización digital en adultos mayores. El uso de la tecnología y la alfabetización digital pueden mejorar la calidad de vida de los adultos mayores al facilitarles el acceso a información relevante, servicios y oportunidades sociales.
“A través de este “Programa Renace Digital» esperamos poder recoger datos que evidencien que la población chilena también está interesada en la apropiación de la tecnología entre las personas mayores y que estas iniciativas sean parte de una oferta continua del estado”, detalla Martínez.
El uso de la tecnología y la alfabetización digital pueden mejorar la calidad de vida de los adultos mayores al facilitarles el acceso a información relevante, servicios y oportunidades sociales.
Además, se ha observado que su uso puede tener un impacto positivo en su salud física y mental. Pueden acceder a programas de ejercicio físico en línea, recibir recordatorios de medicamentos y utilizar recursos relacionados con la salud.
Les ayuda a mantenerse conectados con familiares, amigos y comunidades. Pueden utilizar herramientas de comunicación en línea, participar en redes sociales y acceder a plataformas de videoconferencia para interactuar con otras personas. Pueden acceder a cursos en línea, tutoriales y recursos educativos para adquirir nuevos conocimientos y habilidades.
A esto se suma la posibilidad de aumentar la autonomía y el sentido de empoderamiento en los adultos mayores. Les brinda la capacidad de realizar transacciones en línea, gestionar su información personal y tomar decisiones informadas.
Un aspecto clave es que el uso de las TIC puede ayudar a reducir el aislamiento social que a menudo enfrentan los adultos mayores. Les permite mantener conexiones sociales, participar en comunidades en línea y acceder a actividades sociales virtuales.