Publicidad
¿En qué consiste el modelo internacional de parques de conservación que ha tomado fuerza en Chile? Sustentabilidad

¿En qué consiste el modelo internacional de parques de conservación que ha tomado fuerza en Chile?

Publicidad

Este modelo tiene como finalidad aumentar las áreas protegidas a nivel nacional, de manera complementaria con el Estado, una tendencia que ha ido en aumento en otros lugares del mundo como Australia, Estados Unidos, Argentina, entre otros. En Chile, ha tomado fuerza, en parte como respuesta al problema de la subdivisión predial desmedida y a la fragmentación de la naturaleza.


Los parques rurales de conservación son una figura de protección donde coexiste en armonía el ser humano con la naturaleza. Este modelo tiene como finalidad aumentar las áreas protegidas a nivel nacional, de manera complementaria con el Estado, una tendencia que ha ido en aumento en otros lugares del mundo como Australia, Estados Unidos, Argentina, entre otros, y actualmente está tomando relevancia en Chile, con miles de hectáreas protegidas con este modelo a nivel nacional.

Estos parques buscan resguardar el suelo agrícola, incentivar actividades forestales no maderables, promover la bioeconomía y fomentar la ruralidad como forma de vida.

En la práctica, cerca del 95% de los territorios donde se emplazan estos proyectos se destina a conservación, mientras que en el porcentaje restante se diseñan áreas habitables con destino rural, que se delimitan bajo la herramienta legal del Derecho Real de Conservación, junto a planes de manejo de conservación y otros instrumentos que garanticen la sostenibilidad.

En Chile, uno de los pioneros en el desarrollo de este tipo de parques es Biósfera Austral, iniciativa que nace hace casi cuatro años en la Región de Aysén y ha funcionado como una respuesta al problema de la subdivisión predial desmedida y a la fragmentación de la naturaleza.

El tema ha estado en la palestra desde 2022 y últimamente ha sido noticia luego de que se anunciara que se mantendrá congelado el instructivo generado por el Ministerio de Agricultura para el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), en línea con impedir la autorización de loteos que no sean para uso agrícola.

En esta línea, Diego Varela, socio fundador de Biósfera Austral, comenta que el principal desafío para continuar con el desarrollo de los parques está en que la conservación privada tenga un claro espacio en la ley y que se generen incentivos para su implementación.

Asimismo, analiza que actualmente se está incurriendo en “vacíos legales”, con la creación de núcleos urbanos al margen de la planificación, como por ejemplo en zonas con turberas o humedales, las cuales constituyen las mayores reservas de carbono terrestre.

“Este modelo lo que hace es democratizar la conservación, dándole acceso a muchas más personas a conservar y restaurar los ecosistemas. Ya no es solo de élite, ni se necesitan grandes sumas de dinero o inversión como era antes, cuando el interesado en promover la conservación de tierras tenía que hacer por sí solo el diseño e implementación”, sostiene Varela.

“Ahora se invita a más personas a ser parte, porque para hacer de la conservación algo masivo, tiene que ser asequible y eso es lo que busca principalmente este modelo”, agrega.

Al respecto, la directora ejecutiva de Fundación Geute Conservación Sur, Macarena Soler, comenta que el 80% de la biodiversidad se encuentra fuera de áreas protegidas y hay un proceso de degradación ambiental que ha ido en crecimiento en los últimos 30-40 años.

“Por esto hoy más que nunca es clave la conservación, pero también la restauración, esta es una actividad que genera empleo y añade valor no sólo económico a los inmuebles, sino que contribuye y refuerza medidas de resiliencia frente al cambio climático”, puntualiza.

En ese sentido, los expertos recalcan la importancia de enfrentar los desafíos globales a través de un trabajo colaborativo entre el Estado, el mundo privado, sociedad civil, etcétera.

Publicidad

Tendencias