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Desde realidad virtual y sistemas avanzados para medir el rendimiento de los atletas hasta biorremediación de entorno urbanos, la tecnología es otra de las protagonistas que ha revolucionado la forma de participar en los Juegos Olímpicos 2024 en París.
El amplio abanico de tecnologías utilizadas para dar vida a espacios y a distintos deportes en esta instancia mundial ha posicionado a la innovación como una temática cada vez más recurrente en los Juegos Olímpicos, que no solo mejoran la precisión en el rendimiento de los competidores, sino que transforman la manera en que los espectadores interactúan a través de la pantalla.
Si bien la inteligencia artificial y la realidad aumentada son las herramientas más utilizadas, la sostenibilidad juega un rol clave dentro de la organización, utilizando tecnologías verdes para reducir la huella de carbono del evento. Esto se dio principalmente en la construcción de alrededor de 11 mil asientos del estadio Adidas Arena con 100 toneladas de plástico reciclado, así como también para el Centro Acuático.
Esto se suma al uso de energía renovable, la implementación de sistemas inteligentes de gestión de residuos, y sensores inteligentes que controlan el consumo de energía y agua para minimizar el desperdicio. Centro Acuático: “Consumir menos, consumir mejor”
Además de la construcción de los asientos, el actual Centro Acuático atravesó una completa transformación durante 14 meses para llegar a ser lo que es hoy. Siendo antiguamente una fábrica de gas y sitio industrial de 12 hectáreas, se convirtió en un ejemplo de recuperación urbana y en un reto sin precedentes dada la ubicación, el tamaño, la complejidad de la descontaminación y el tratamiento del suelo, que cumplieron un estricto seguimiento medioambiental, cumpliendo con los estándares de economía circular y huella de carbono
impuesta por la organización.
Para llevar a cabo este proceso, Séché Group gestionó la remediación del espacio con un proceso de biorremediación que involucró el saneamiento de más de 43 mil m³ de terreno contaminado por hidrocarburos y que hoy son dos piscinas olímpicas de 50 y 25 metros, otras recreativas y destinadas a los saltos de trampolín.
La empresa, que cuenta con más de 35 años de experiencia en recuperación de suelos y presencia en 156 países, ha desarrollado iniciativas equivalentes a más de 1 millón 200 mil toneladas saneadas a través de biorremediación. Otro de sus proyectos emblemáticos fue la remediación de 11 hectáreas donde funcionó durante 70 años una antigua refinería en el centro de la ciudad de Frontignan, una zona urbana de alta densidad que en 1944 fue blanco de bombardeos en la Segunda Guerra Mundial. Hoy Séché también tiene operaciones en Chile, donde a través de la biorremediación, llevará adelante el saneamiento en el sector de Las Salinas en Viña del Mar.
Finalmente, el compromiso de la construcción del Centro Acuático es su multifuncionalidad: no obstante, su protagonismo clave para desempeñar actividades propias del evento, en el futuro se utilizará desde clases de natación o actividades de uso recreativo hasta competiciones del más alto nivel, devolviendo un espacio a usos necesarios de ciudad.
El enfoque de “consumir menos, consumir mejor” fue determinante para realizar el proyecto y nace de la necesidad del principal objetivo fijado por los organizadores de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a la celebración anterior.
Es así que, cuando París fue seleccionada como sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2024, uno de los argumentos clave de su propuesta fue que la mayoría de los eventos se llevarían a cabo en estructuras temporales o ya existentes de la ciudad, como el Grand Palais, para las competiciones de esgrima y taekwondo. A casi una semana del inicio, la ciudad ha cumplido con su compromiso, ya que solo se construyó el Centro Acuático para la ocasión, pero gracias al saneamiento de un terreno con pasado industrial que volvió a la vida para ser utilizado por miles de personas.
