El segundo semestre es para mi el momento más entretenido y desafiante en el mundo de los videojuegos. Si bien todo el año tenemos lanzamientos, siento que desde la mitad de septiembre para adelante, las compañías le ponen el pie al acelerador y las opciones para jugar se multiplican.
Un menú completo si lo queremos mirar así tenemos ya antes de que termine octubre, donde hay juegos para casualmente disfrutar, otros que van a tomarnos muchas horas y otros que vamos a estar jugando cada vez que queramos. Por lo mismo esta semana me tomo estas líneas para hablar de algunos lanzamientos que se han dejado caer para cada sistema, por lo cual no importará si tienes una consola o la otra, hay algo nuevo que jugar para todos.
Este título es un regalo para los fanáticos de Dragon Ball Z, llevándonos de vuelta a los combates más icónicos de la saga desde la perspectiva de los guerreros Z. Para quienes soñábamos con una continuación de Budokai Tenkaichi, acá están nuestros clamores escuchados. Los escenarios de batalla son amplios, idénticos a la serie y la curva de aprendizaje de combate está muy bien equilibrada. Además el juego te va a recomendar cuando bajar la dificultad si es que el enemigo se vuelve complejo, como un mono extraterrestre gigante, y puedes enfrentarlo nuevamente en un modo más sencillo. Una victoria es una victoria como señaló la cuenta de X de Bandai Namco US.
Tengo que confesar, como señalé en la reseña completa del juego, que soy muy poco parcial a la hora de hablar de esta entrega, ya que desde 1997 que soy fan de la saga, pero aún así hay un par de punto que el juego podría mejorar, como la pérdida de seguimiento de la cámara entre los combates. Esto es algo que, para mal, estamos un poco acostumbrados cuando hay tanta acción frenética en la pantalla y que Bandai podría reforzar en un futuro ya que es un problema que hemos visto en otras batallas.
Dragon Ball Sparking Zero es un título imprescindible para los fans de la serie, con un sistema de combate que va a sacar risas y nos va a transportar en cuestión de segundos a la salida del colegio para ver la serie.
Estuve haciendo malabares entre dos juegos remake en PS5 estas semanas: por un lado Until Dawn y por otro, Silent Hill 2 y confieso que estuve más horas en este último, más que nada porque quería revisar bien del trabajo que hizo Konami con la entrega, así como la tarea que se le encomendó a Bloober Team con una saga tan admirada como esta.
El título original apareció en 2001 y algo ha cambiado el mundo gamer desde esa fecha hasta hoy. Muchos títulos han intentado acercarse al entorno sombrío del juego y si bien algunos lo han logrado con éxito, muchos no. Por eso y frente a las bien cuestionables decisiones de Konami con respecto a otras franquicias había un poco más de morbo en este título a la hora de jugarlo.
Por suerte, los miedos solo fueron los de la trama, ya que esos demonios tocaron las mismas fibras que hace más de 20 años, con una renovación de puzzles que denotan cómo los desarrolladores querían complejizar y a la vez mantener la esencia tétrica del juego original, pero llevado a 2024. Si es primera vez que lo juegas, puedes que digas “ah, esto ya lo vi” pero si vienes a revivir el título, de verdad que se siente que los demonios, traumas y entornos sombríos son más aterradores que nunca.
Si eres fanático del terror psicológico, este remake de *Silent Hill 2* es una experiencia escalofriante que no puedes perderte y que está calado para aprovechar el feriado largo de Halloween.
El anime y los aviones son dos fórmulas que no fallan en mi lista y aquí, el equipo chileno de Octeto Studios,es el responsable de hacernos vivir una historia que reúne estos mundos en la consola. El juego, que parte con un video introductorio de altísima calidad, es un homenaje a los JRPGs clásicos, donde las relaciones entre los personajes van formando un vínculo uno entre el jugador y el protagonista.
Glenn Windwalker, es aquí nuestro joven piloto que debe descubrir la verdad detrás de su familia y enfrentarse a una poderosa alianza, mientras va conociendo y aventurandose en el mundo de los cielos, en una historia rápida, donde los escenarios van entregando más secretos y dudas que respuestas. Quizás el punto más débil del juego es el combate, donde se queda más en la vereda anticuada que en la nostalgica. Es de todas maneras una alternativa para quienes buscan algo rápido, bonito y que puedan jugar casualmente.
El exclusivo de Sony llega finalmente a los computadores y lo hace con las lecciones aprendidas de los otros “port” de consola a PC que hemos visto por parte de Sony y sus franquicias exclusivas. God of War: Ragnarök, lanzado a finales de 2022 viene acá a pegar con fuerza y mostrar porque fue uno de los favoritos hace un par de años: visualmente es impresionante y cuenta con un rendimiento sólido en equipos de gama media hacia arriba.
Tuve la suerte de poder jugarlo en un ASUS Zenbook S 16, que si bien no es un equipo gamer como lo puede ser la línea ROG de la compañía taiwanesa, lo dio todo con el juego. Ahora si tienes un equipo con mayores prestaciones, vas a tener un juego muy fluido, ya que el juego alcanza los 80-100 fps a 1080p con configuraciones en alto. Y como dato, este 5 de noviembre llega a Chile Ge Forcé Ultimate, el servicio de transmisión de juegos basado en la nube de NVIDIA que permitirá bajar la latencia y optimizar la fluidez en diversos juegos.
Así que ya sabes, si en su momento preferiste la “master race” por sobre las consolas, esta es una excelente oportunidad de continuar el viaje de Kratos.
Desde combates entre sayayines hasta aventuras llenas de misterios y desafíos, 2024 está ofreciendo títulos destacados para cada plataforma. Ya seas fanático del JRPG clásico o del terror psicológico, hay algo para todos los gustos, solo mencionar rapidamente Just Dance 2025, que este año incluye a la chilena Christell con su éxito Dubidubidu, Super Mario Party Jamboree que debutó hace unos días o Lego Horizon Adventures que durante noviembre llegará a PC, Switch y PlayStation 5. Juegos rápidos, juegos extensos y por sobre todo, juegos que entretienen. Y ojo, que aún queda harto por jugar.