Chile tiene una profunda tradición de liderazgo tecnológico en América Latina. Desde el rápido despliegue de redes de internet de alta velocidad, hasta encabezar actualmente el desarrollo de la Inteligencia Artificial, tal como lo reveló el Índice 2024 de esta tecnología para la región latinoamericana, creado por Cenia. Este posicionamiento se fortalece con la presentación del Plan Nacional de Data Centers, una hoja de ruta impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que busca consolidar al país como un polo estratégico para la inversión tecnológica.
Esto es resultado de un extenso camino lleno de desafíos y aprendizajes. En nuestro caso, el centro de datos de Google en Quilicura, que está próximo a cumplir 10 años de operaciones, nació como una iniciativa impulsada por nuestra companía y marcó un hito en el desarrollo tecnológico de Chile.
Este proyecto, que fue acompañado por el gobierno, representó no solo la instalación del primer y único data center de Google en latinoamérica, sino también una muestra del compromiso de la compañía con el país. Su éxito destaca cómo la colaboración público-privada puede generar impactos positivos en términos de inversión internacional, crecimiento económico y desarrollo.
Los data centers son el corazón del procesamiento y almacenamiento de la información que sustenta la revolución de la inteligencia artificial (IA). Desde diagnósticos médicos más precisos hasta sistemas de transporte más eficientes, la IA requiere una gran capacidad de cómputo que solo este tipo de infraestructura puede proporcionar. El desarrollo de la Inteligencia artificial contribuye a nuestra calidad de vida, así como también genera empleos especializados y fomenta la innovación local.
El ejemplo del data center de Quilicura es revelador. Como retrató el Reporte de Impacto Económico de los Centro de Datos de Google -realizado en 2022 por Oxford Economics (julio 2022)- hemos invertido 290 millones de dólares en éste, siendo además un componente fundamental de la plataforma en la nube de la compañía en Sudamérica.
Al mismo tiempo, la sostenibilidad es parte central de cómo diseñamos y gestionamos nuestros centros de datos. El de Quilicura, por ejemplo, funciona en base a un 91% de energía libre de carbono, alineado con nuestra ambición de operar con energía limpia 24/7 .
Igualmente, tenemos el compromiso de enfriar nuestros centros de datos de manera consciente con el contexto climático, así como de administrar el agua de forma responsable, siendo la transparencia el núcleo de nuestro enfoque: fuimos el primer proveedor de servicios en la nube en publicar nuestro consumo anual de agua de estos centros en nuestro Reporte de Sustentabilidad. En 2021, nos comprometimos a apoyar la seguridad hídrica en las comunidades donde operamos, concentrando nuestros esfuerzos en las regiones con escasez, a través del objetivo de reponer más agua de la que consumimos para 2030.
Nuestro Programa de Impacto a de la Comunidad, es también una forma de graficar el impacto que puede tener un centro de datos para una comunidad, enfocándose en áreas clave como la sostenibilidad, la educación, y el acceso a la tecnología, con más de 1.2 millones de dólares invertidos hasta hoy en proyectos para la comunidad Quilicura. Ejemplo de ello es una iniciativa llamada “Emprendedoras Conectadas”, de Fundación Kodea, que cuenta con más de 700 emprendedoras formadas en herramientas digitales para potenciar sus negocios, incluyendo inteligencia artificial.
La experiencia demuestra que contar con un marco regulatorio claro y alineado con las expectativas de las comunidades y el medio ambiente puede ser clave para atraer iniciativas tecnológicas de alto impacto. En este contexto, es fundamental que las autoridades mantengan un enfoque que priorice la simplificación de procesos administrativos, para que más empresas globales vean a Chile como un lugar confiable y un polo estratégico para sus inversiones en tecnología que irradian al resto de la región
El camino recorrido hasta ahora nos demuestra que, cuando sector público y privado trabajan de manera colaborativa, pueden generar un impacto virtuoso que trasciende. Este modelo no solo acelera la innovación y atrae inversiones de alto valor, sino que también mejora la calidad de vida de las personas de manera tangible. Chile tiene hoy la oportunidad de consolidarse como un referente global en tecnología, demostrando que es posible crecer con visión estratégica, responsabilidad y un compromiso con el bienestar de la sociedad. Con políticas públicas que integren sostenibilidad, desarrollo tecnológico y colaboración, el país no solo atraerá inversión internacional, sino que marcará un estándar para el mundo.