Una nueva versión del Congreso Futuro 2025 abordó los retos y oportunidades de la IA, explorando su impacto en la cognición, la inclusión digital y la ética. Expertos internacionales plantearon cómo integrar tecnologías avanzadas a las necesidades humanas sin perder de vista los valores esenciales.
“¿Qué humanidad queremos ser?” es la pregunta que plantea la edición número 14 del Congreso Futuro, el evento de ciencias más importante de Chile y que contará con 120 expositores nacionales e internacionales entre el 13 y 18 de enero.
En su primera jornada, en el bloque llamado “Tecnología centrada en lo humano”, el neurocientífico y emprendedor estadounidense Adam Gazzaley expuso sobre el desarrollo de tecnologías que mejoran la función cerebral a través de la medicina experiencial, un enfoque que utiliza experiencias prácticas, actividades y vivencias como parte del proceso de aprendizaje, prevención o tratamiento en el ámbito de la salud.
El investigador propone que la cognición humana se puede refinar a través de una experiencia de circuito cerrado que se puede lograr con el uso de videojuegos o realidad virtual entregando así experiencias personalizadas dependiendo de la necesidad de cada paciente. “Podemos usar la tecnología digital para dar estas experiencias basadas en la naturaleza y ver su efecto en el ánimo o en el sueño”, explicó el neurocientífico.
“¿Cómo disminuir la división digital?”, es una de las preguntas clave que realizó la ingeniera suiza, Monique Morrow en su charla para introducir la importancia de una relación entre la tecnología y la inclusión. Según Morrow, para fomentar esta relación no hay que esperar a que lo hagan las nuevas generaciones, el desafío es que las instituciones y empresas inviertan y prioricen ese vínculo desde ya.
La expositora destacó tres acciones claves para lograrlo en nuestro país: invertir en infraestructura digital, promover la libertad y habilidades digitales y establecer marcos éticos y de gobernanza de la inteligencia artificial.
Por último, Jocelyn Maclure, filósofo canadiense y especialista en inteligencia artificial, abordó cómo las tecnologías pueden responder a las necesidades humanas, por ejemplo Chat GPT, los vehículos autónomos o la IA. Sin embargo, para él estas tecnologías tienen limitaciones ya que no trabajan desde el pensamiento lógico o el sentido común como lo hace el cerebro humano, que se despliega sobre situaciones que muchas veces son impredecibles.
Una de las soluciones que propone Maclure es trabajar de la mano con las tecnologías a través de regulaciones y “aprender a integrar las herramientas digitales, con sus fortalezas y limitaciones, dentro de nuestras prácticas basadas en humanos y las instituciones”.
Así se desarrolló uno de los bloques de la primera jornada del Congreso Futuro 2025 en la que más de 120 expositores y expositoras pasarán hasta el 28 de enero por el escenario del Centro Cultural Ceina para entregar sus visiones sobre distintas ramas del conocimiento y la tecnología.