Cómo implementar una estrategia de comunicación omnicanal en tu negocio digital

Implementar una estrategia de comunicación omnicanal es uno de los procesos que más demandan las empresas en los últimos años, gracias a sus demostrados beneficios para tener una relación más cercana y fructífera con la audiencia. A pesar de que este es un proceso que requiere de cierta planificación, tecnología y conocimiento del público objetivo, la realidad es que maximiza los esfuerzos de las compañías y les permite posicionarse como marcas más cercanas y comprometidas con sus clientes.

De esta manera, con una integración eficiente de los diferentes canales de comunicación y siempre con un enfoque centrado en el cliente, las empresas se pueden beneficiar de brindar una mejor experiencia a su público, aumentar la fidelización de sus clientes y, por tanto, optimizar las conversiones en cada uno de los canales.

Así, se pueden trabajar los mensajes estratégicos en redes sociales, el contenido de alta personalización a través del email marketing o el uso de la inteligencia artificial para los CRM en páginas web, entre otras muchas alternativas.

En este sentido, uno de los servicios más utilizados en los últimos tiempos para implementar la omnicanalidad en una comunicación corporativa estratégica es el que proponen plataformas como Mailrelay, especializadas en el envío masivo de correos electrónicos desde hace décadas.

Este tipo de servicio se posiciona como una herramienta indispensable para las empresas, con una interfaz sencilla, potente y con alta entregabilidad que, además, incluye la cuenta gratuita más grande del sector. Entre sus funcionalidades avanzadas, se incluye un editor con inteligencia artificial, una API de desarrollo, un sistema SMTP con estadísticas integradas y soporte personalizado gestionado por especialistas en email marketing, disponible incluso en las cuentas gratuitas.

¿En qué consiste una estrategia de comunicación corporativa omnicanal?

La comunicación omnicanal es un enfoque estratégico que consiste en integrar varios canales de comunicación para ofrecer a los clientes una experiencia más cercana, fluida y coherente.

Esta tendencia responde a las exigencias que el público espera de las marcas con las que interactúa a diario, a través de redes sociales o de sus páginas web, y también facilita que las compañías puedan desarrollar sus planes de comunicación mientras se muestran más cercanas y transparentes.

En un mundo donde los consumidores esperan interactuar con las marcas a través de múltiples puntos de contacto, adoptar una estrategia omnicanal puede marcar la diferencia y potenciar enormemente la efectividad de los esfuerzos dedicados, por ejemplo, al desarrollo de acciones de marketing.

Así, las compañías que quieran empezar a explorar esta alternativa, deben plantearse varios pasos que les facilitarán enormemente decidir qué medios les resultan más fructíferos para su modelo de negocio.

Paso 1: estudiar y comprender a la audiencia

El primer paso para implementar una estrategia de comunicación omnicanal en una marca es conocer en profundidad qué motivaciones y necesidades definen a su audiencia. Para este paso, es indispensable recopilar datos objetivos sobre los usuarios, de manera que se puedan extraer puntos comunes que ayuden a definir, por ejemplo, con qué canal de comunicación se sienten más identificados.

De esta manera, las compañías se pueden adaptar a los gustos y preferencias de su audiencia, ofreciéndoles un canal de comunicación a medida. Por ejemplo, los grupos de usuarios más jóvenes prefieren una comunicación directa por redes sociales, mientras que los usuarios más mayores preferirán una comunicación por teléfono o correo electrónico. La clave es conocer en profundidad al público para poder adaptarse a sus exigencias y que vean cumplidas sus expectativas de marca.

Paso 2: definir los canales clave para el negocio

Otro de los puntos importantes para crear una estrategia de comunicación corporativa omnicanal es poder definir cuáles serán los canales clave más idóneos para el negocio. Hay que tener en cuenta que no todos los canales son igual de efectivos o adecuadospara la transmisión de un mensaje, por  lo que es necesario también realizar un análisis interno que permita evaluar sus fortalezas y debilidades.

Por lo general, las comunicaciones más serias y técnicas se pueden realizar por correo electrónico, un medio que, además, propicia valores como la fidelización de la audiencia. Por su parte, las redes sociales resultan de lo más útiles para una comunicación más directa, donde usuarios y marcas interactúan y presentan contenidos creativos y originales.

Finalmente, los CRM insertados en la web o los chats en vivo a través de aplicaciones de mensajería son ideales para resolver dudas e incidencias, de forma que los usuarios puedan percibir un compromiso real por parte de la marca para gestionar sus problemas rápidamente.

Paso 3: crear mensajes estratégicos y coherentes

Para terminar, uno de los mayores desafíos de implementar una estrategia de comunicación omnicanal es mantener la coherencia en cada medio y en cada mensaje, para que la marca se perciba siempre como un ente cohesionado. Así, independientemente del canal de comunicación escogido, es importante adaptar los mensajes para que transmitan los valores corporativos de forma consciente, facilitando que los clientes identifiquen la marca rápidamente.

Hay que tener en cuenta que esto no significa que todos los mensajes vayan a ser idénticos, si no que deben adaptarse según el contexto y el tono de cada canal pero sin olvidar nunca las bases que definen a la comunicación corporativa de la marca.