Organizado por la Corporación de Universidades Privadas, instancia congregó a expertos nacionales e internacionales, así como a autoridades de gobierno.
“Mi discapacidad no es un problema, pero la sociedad me pone trabas” fue una de las frases que repitieron ponentes nacionales e internacionales en el marco del primer Congreso Internacional de Educación Superior Inclusiva, que tuvo lugar los días 15 y 16 de octubre en la Universidad Central, organizado por el Comité de Diversidad y Neurodivergencia de la Corporación de Universidades Privadas (CUP) y que contó con la participación de más de 50 expertos sobre el escenario, más de 450 asistentes durante dos jornadas y 12 trabajos académicos relativos a esta trascendental materia.
La instancia fue inaugurada por el presidente de la CUP y rector de la Universidad Central, Santiago González, quien valoró la realización del Congreso como “un espacio de colaboración donde las universidades puedan compartir sus experiencias en la implementación de prácticas inclusivas”.
Además, sostuvo que “se han logrado importantes avances, aún queda mucho camino por recorrer. Por eso, resulta fundamental que trabajemos juntos para crear redes que nos permitan aprender de los éxitos y desafíos de otros y avanzar colaborativamente hacia una educación superior que refleje los valores de justicia y equidad que todos defendemos”, dijo.
En tanto, el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, hizo un llamado a pensar la inclusión dentro de los contextos institucionales “en que personas distintas se puedan conocer dentro de una misma institución. Eso también es inclusión y debe ser un rasgo general del sistema”, dijo, enfatizando que “estos congresos se multipliquen” para “avanzar en una mayor transformación académica para aportar a las formaciones vitales de las personas”.
Por su parte, Daniel Concha, director Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), precisó que “las personas con discapacidad son personas con derechos. En Chile estamos en un contexto de marco formativo, pero la implementación de las medidas y las políticas es la gran prueba. Por eso es tan importante contar con seminarios como este, pues en la etapa de implementación de políticas de inclusión debe haber una necesaria discusión académica, un marco que compruebe que la inclusión es un beneficio para toda la sociedad”.
Entre los exponentes internacionales presentes en el congreso internacional, destacaron la diputada Laura Soler, quien es una figura destacada en el ámbito de la inclusión y la discapacidad en España; Pamela Bordón, coordinadora del Comité Académico de Accesibilidad del Grupo de Montevideo de Argentina; Jorge Ayala, director de Inclusión del Instituto Tecnológico de Monterrey de México; y en representación nacional, Mario Letelier, miembro de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), del Directorio de la Universidad del Alba, además de haber participado en la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP) durante sus ocho años de existencia. Actualmente es investigador en el Centro Interuniversitario de Desarrollo (Cinda) y ofreció una charla titulada “Aseguramiento de la Calidad en los procesos de Inclusión Universitaria: nuevos desafíos en la Educación Superior”.
Durante el congreso, los exponentes nacionales e internacionales coincidieron en que la discapacidad no es una barrera inherente a las personas, sino que es la sociedad la que pone trabas al no generar espacios y políticas adecuadas para una verdadera inclusión.
Expertos, ponentes y quienes presentaron sus trabajos académicos aportaron su vasta experiencia y conocimientos, destacando la importancia de contar con un enfoque transversal que integre la accesibilidad y la inclusión en las instituciones de educación superior. Desde sus distintas realidades, coincidieron en que el desafío es asegurar que la inclusión no sea solo un conjunto de buenas intenciones, sino una práctica efectiva y sostenida, que se refleje en políticas educativas, normativas y metodologías pedagógicas inclusivas.
Uno de los momentos más destacados del congreso fue la mesa especializada en la que participaron estudiantes en situación de discapacidad, quienes compartieron sus experiencias personales dentro del sistema de educación superior chileno. A través de sus testimonios, ofrecieron valiosas recomendaciones para mejorar las prácticas inclusivas dentro de las universidades.
Entre los puntos clave, destacaron la necesidad de mejorar la infraestructura accesible, fomentar el uso de tecnologías adaptativas y, sobre todo, promover un cambio en la cultura institucional para eliminar los prejuicios y barreras invisibles que dificultan su aprendizaje y desarrollo.
Los estudiantes, pertenecientes a universidades adscritas a la CUP, recalcaron que la inclusión no se limita al acceso físico, sino que también requiere una integración plena en las dinámicas académicas y sociales de las universidades.
En el cierre del congreso, Paulina Hidalgo, directora ejecutiva de la CUP, destacó el éxito de la instancia y reafirmó el compromiso de la Corporación con la inclusión en la educación superior: “Este congreso marca un hito importante en nuestro camino hacia una educación superior más inclusiva y accesible para todos”.
“Seguiremos trabajando para garantizar que nuestras universidades se conviertan en espacios de equidad, donde cada estudiante tenga las mismas oportunidades de crecer y desarrollarse, sin importar las barreras que pueda enfrentar”, concluyó.