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Estrategias y avances en la transición universitaria para personas neurodivergentes Inclusión

Estrategias y avances en la transición universitaria para personas neurodivergentes

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La llegada a la educación superior es un hito significativo en la vida de cualquier joven, pero para los estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), este proceso puede implicar desafíos adicionales.


El paso de la educación escolar a la universitaria conlleva una serie de cambios estructurales y emocionales que pueden ser abrumadores para personas del espectro autista. La flexibilidad en los horarios, la necesidad de gestionar de manera independiente las responsabilidades académicas y la interacción con un entorno social menos predecible pueden convertirse en grandes obstáculos. Sin embargo, con el apoyo adecuado y las estrategias correctas, los estudiantes neurodivergentes pueden vivir esta experiencia de forma más satisfactoria.

La académica de la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello, Andrea Mira, indica que esto puede suceder, ya que “la universidad presenta un entorno muy diferente al colegio. Los estudiantes deben ser más independientes, organizar su tiempo, tomar decisiones y desenvolverse en un ambiente social más complejo, ya que prefieren la rutina y la predictibilidad y estos cambios pueden ser abrumadores y muy desafiantes”.

Apoyo familiar, social y estudiantil

Para la académica es necesario anticipar algunas situaciones para disminuir el estrés. “Visitar el campus universitario antes de empezar las clases, familiarizarse con los espacios y servicios disponibles y establecer una rutina de estudio y descanso”, son una de las recomendaciones que entrega y agrega que “es importante que las instituciones cuenten con señaléticas claras y personas o sistemas diseñados para responder las inquietudes de los y las estudiantes”. 

Así como resulta fundamental el apoyo familiar y de las amistades en el caso de alguna desregulación, es importante “que la red de apoyo pueda estar disponible para acoger y contener a los estudiantes que pueden estar pasando por altos niveles de estrés y ansiedad”, sugiere Mira. Por su parte la universidad también puede ayudar en la contención con tutores o docentes que puedan apoyar o estar atentos a las necesidades de los estudiantes, tanto a nivel académico como en su bienestar.

Programas de inclusión en la educación superior

Una de las iniciativas más destacadas en Chile en materia de inclusión universitaria es el Programa PEERS de Duoc UC, que busca fortalecer las habilidades sociales de estudiantes neurodivergentes. Este programa, basado en evidencia científica y creado por la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), ha permitido que estudiantes con TEA desarrollen herramientas esenciales para su vida académica y personal.

Desde su implementación en 2024 en las sedes de San Carlos de Apoquindo y Viña del Mar, PEERS ha demostrado un impacto positivo en la integración social de sus participantes, quienes han mejorado su comunicación y participación en la comunidad educativa. Amanda Díaz, coordinadora de Bienestar Estudiantil de Duoc UC señaló que “PEERS no solo impacta la vida académica de los estudiantes, sino que transforma su forma de relacionarse con sus pares y el entorno. Este programa ha permitido que nuestros estudiantes neurodivergentes fortalezcan sus habilidades sociales y disminuyan la sensación de aislamiento, fomentando una integración real en la comunidad educativa”.

Estrategias y acompañamiento 

Para mejorar la experiencia universitaria de los estudiantes del espectro, los expertos sugieren una combinación de estrategias de regulación emocional y adaptaciones institucionales. Utilizar herramientas de organización como agendas y recordatorios puede ayudar a estructurar las tareas académicas y reducir el estrés. A nivel institucional, la implementación de señaléticas claras, tutores especializados y espacios de apoyo son elementos fundamentales para una transición más fluida. En este sentido, la Ley TEA N° 21.545, promulgada en 2023, exige que las universidades garanticen ajustes razonables para estudiantes con TEA, promoviendo un entorno educativo inclusivo.

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