
De la oscuridad a la autonomía: el nuevo edificio de CIDEVI como pilar de la inclusión real
A los 65 años, Rosa enfrentó un desafío que jamás imaginó: la ceguera. Un diagnóstico imprevisto transformó su vida y la sumió en una sensación de dependencia y desesperanza. Durante años, cada paso fuera de su hogar representó un obstáculo insalvable. Sin embargo, gracias al apoyo del Centro de Rehabilitación de CIDEVI, al esfuerzo inquebrantable de su familia y a su propia determinación, Rosa ha logrado recuperar su independencia. Hoy, con 75 años, se desplaza con seguridad por las calles de Santiago, participa activamente en su comunidad y se siente nuevamente dueña de su vida.
Como Rosa, cientos de personas ciegas, con baja visión, sordociegas y con discapacidades múltiples han encontrado en CIDEVI un espacio de aprendizaje, apoyo y rehabilitación que les permite construir un futuro más autónomo. Sin embargo, el desafío sigue siendo enorme. En Chile, según la Encuesta de Discapacidad y Dependencia (ENDIDE 2022), 535.057 niños, niñas y adolescentes (NNA) presentan algún grado de pérdida de visión, de los cuales 11.978 son ciegos.
Además, la evidencia muestra que la discapacidad visual se da con mayor frecuencia en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. En este contexto, el nuevo edificio institucional de CIDEVI no solo representa una infraestructura moderna y funcional, sino una verdadera oportunidad para potenciar la inclusión social, educativa y laboral de sus beneficiarios.
Desde su fundación, CIDEVI ha trabajado incansablemente por una inclusión real y efectiva de personas con discapacidad visual y retos múltiples. Su estrategia de rehabilitación basada en la comunidad busca no solo entregar técnicas y herramientas para la autonomía y la comunicación, sino también involucrar a las familias y a la sociedad en este proceso de transformación. Sin embargo, las limitaciones de espacio han dificultado expandir estos servicios. Es por ello que la construcción de la segunda etapa del proyecto, denominada CIDEVI 2, es una necesidad urgente.
El nuevo edificio contará con 1.188,20 m² de infraestructura completamente accesible, diseñada para garantizar una rehabilitación integral. Se incluirán espacios fundamentales como una piscina para hidroterapia, un gimnasio adaptado, salas para talleres laborales y un comedor que permitirá extender las jornadas educativas y de formación. Todo ello con el propósito de fortalecer la autonomía de los beneficiarios, mejorar sus oportunidades de acceso a la educación y el empleo, y, en definitiva, dignificar sus vidas.
El impacto de este proyecto es significativo. Anualmente, beneficiará directamente a 140 personas, sumando un total de 280 beneficiarios al finalizar el período de ejecución. Además, 140 familias se verán fortalecidas en este proceso, junto con 420 personas involucradas indirectamente. No podemos olvidar el papel de la comunidad educativa y profesional, ya que este centro también acogerá a 60 estudiantes en práctica y 300 voluntarios anuales, quienes se sumarán a este esfuerzo colectivo por la inclusión.
El 70% de la población adulta que participa en los procesos de rehabilitación en CIDEVI ha adquirido su ceguera debido a diversas causas, siendo una de las principales la diabetes mal controlada. Este grupo de personas enfrenta una transición extremadamente compleja, en la que deben reaprender a vivir en un mundo diseñado para la visión.
Se trata de un proceso que no solo requiere de herramientas técnicas, sino también de un profundo acompañamiento emocional y psicológico. La pérdida de la vista implica redefinir límites cognitivos y enfrentarse a un entorno que, en muchas ocasiones, no está preparado para recibirlos.
Como sociedad, no basta con dar posibilidades, es imprescindible ofrecer oportunidades reales. La construcción de este nuevo edificio es una de ellas. Es un paso concreto hacia la equidad, la justicia y el reconocimiento de los derechos de una población históricamente invisibilizada. En un mundo que avanza hacia la inclusión, no podemos permitirnos dejar a nadie atrás. Es hora de actuar, de sumar voluntades y de garantizar que cada persona con discapacidad visual, retos múltiples o sordoceguera tenga las herramientas y el respaldo necesario para vivir con autonomía y dignidad.
Así como Rosa transformó su historia gracias a la rehabilitación y el apoyo adecuado, hoy tenemos la oportunidad de transformar la historia de cientos de personas más. La inclusión no puede seguir siendo solo un discurso; debe traducirse en acciones concretas. CIDEVI ha demostrado que es posible. Ahora, con la construcción de CIDEVI 2, podemos dar el siguiente gran paso. ¿Nos sumamos al cambio?
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