A través de un servicio de entrega, retiro y lavado de envases reutilizables, el emprendimiento busca eliminar el embalaje desechable en locales de comida. Concretaron sus primeras alianzas y a mediano plazo buscan escalar su modelo a todo el país.
La industria del packaging viene dando hace años un gran paso, al reemplazar el plástico por papel, cartón, materiales biodegradables y compostables. Pero si bien la evolución significa un gran cambio en la contaminación directa al medioambiente, no supone una mejora en cuanto al uso de materias primas. ¿Ese es entonces el pináculo del embalaje en industrias como el delivery de alimentos?
Esa misma pregunta se hizo Isabel Díaz del Río, diseñadora que estando el Bélgica le tocó trabajar para una empresa multinacional de packaging, que prestaba servicios a grandes cadenas de comida, retail y aerolíneas, entre otros.
“Cuando pasas del plástico al papel es más sustentable, sí, pero en el fondo, el hacer un envase de papel es mucho más demandante para el medio ambiente que uno de plástico (…) usas mucho bosque para usos tan pequeños y desechables como bombillas y otros accesorios”, enfatiza Isabel.
“Imagina un revolvedor de café que es de madera, entonces, estamos calculando -según lo que me tocó vivir en Bélgica- para una aerolínea grande que su demanda implica la superficie de cinco canchas de fútbol al año en bosque. ¡Solo para hacer revolvedores de café! No tiene sentido”, detalla.
En entrevista con Entreprenerd, la emprendedora cuenta que esa reflexión la llevó a pensar en una solución, tomar el teléfono y llamar a Laura Palazuelos, amiga y hoy socia. Le comentó su idea, estuvieron de acuerdo y en cosa de días ya estaban levantando Con Devuelta.
En dos meses de operaciones, la joven startup se ubica como el único emprendimiento en Chile que ofrece envases retornables para comercios. Por ende, el servicio apunta tanto a restaurantes como comensales, ya que pueden realizarse suscripciones individuales o por empresas.
En la práctica, el equipo distribuye a locales con alianzas un stock de envases retornables, tanto potes convencionales, especiales para pizzas, cafés, entre otros. Entonces, ya sea si la persona está suscrita o trabaja para una empresa con convenio y concurre al local, puede llevarse los envases y luego regresarlos al local en un lapso de 15 a 30 días. Y por otra parte, de forma recurrente, la startup acude a los restaurantes para llevarse los envases, lavarlos y ponerlos nuevamente en circulación.
Isabel sostiene que “nuestro diferencial es ser la opción más sustentable que existe, ya que eliminamos los envases desechables de la cadena. Además, para los comercios es más económico que los potes que usan actualmente”.
A la fecha, operan en el Barrio El Golf, con cinco restaurantes. En el corto tiempo de operaciones, calculan haber evitado 1600 envases desechables en la basura, cifra que esperan hacer crecer explosivamente mediante nuevas alianzas.
El equipo está formado por cuatro personas: las dos founders, una encargada de marketing, y un programador. Sin embargo, saben que deberán crecer rápidamente, a medida que aumente la operación logística y la cantidad de envases a lavar. Su base de operaciones está en el HUB Providencia, gracias al programa de residencias que ofrece el centro dependiente de la municipalidad. Además, tienen el apoyo del Instituto 3iE, incubadora de negocios de la Universidad Técnica Federico Santa María.
La cofundadora señala que ” en general, según datos de varias plataformas, las personas tenemos tres lugares recurrentes donde comemos o pedimos, y el resto son locales más esporádicos. Eso sirve mucho para nuestro modelo, que si bien puede implementarse en el delivery, está más pensado para el consumo en el lugar o el retiro en local. Apostamos a fidelizar al cliente tanto por la sustentabilidad, como por la mejor experiencia”.
En principio, la startup se ganó un capital semilla liderado por mujeres, de Corfo. Además, reciben apoyo de la red de inversoras para emprendedoras Vanda Angels. En un año, esperan generar una red de 100 locales de comida y sumar a la Región de Valparaíso a sus operaciones, para luego explorar otros mercados de América Latina.