La industria alimentaria se enfrenta al desafío de garantizar la calidad y seguridad de sus productos, al mismo tiempo que busca reducir el desperdicio y optimizar los costos de producción en medio de una crisis alimentaria global. El envasado en atmósfera modificada es una tecnología que permite que los alimentos conserven su sabor, aspecto, textura, valor nutricional y prolonga su vida útil para que llegue en las mejores condiciones a la mesa.
Según el último informe de la FAO, Chile desperdicia alrededor de 3,4 millones de toneladas de alimentos al año, lo que equivale al 17% de la producción nacional. Esta cifra sitúa a Chile como el tercer país de América Latina con mayor pérdida de alimentos. Pérdidas que se producen en las etapas de producción, procesamiento, distribución y consumo, y afectan tanto a la seguridad alimentaria como al medio ambiente.
Factores como la falta de infraestructura y tecnología adecuada, el manejo ineficiente de los productos y el comportamiento irresponsable de los consumidores forman parte de la problemática.
En medio de este escenario, Air Liquide Chile dispone de una solución tecnológica innovadora denominada; “Envasado de Atmósfera Modificada”, un proceso que consiste en sustituir el aire de un envase por una mezcla de gases adecuada para cada producto, lo que permite conservar sus propiedades nutricionales, prolongar la vida útil y preservar la calidad de los alimentos frescos durante más tiempo.
“Esta solución, consiste en modificar la composición del aire que rodea al producto dentro de un envase hermético, reduciendo el oxígeno y aumentando el nitrógeno, el dióxido de carbono u otros gases. De esta forma, se inhibe el crecimiento de microorganismos, se retrasa la oxidación y se mantiene el color, el sabor, el aroma y la textura de los alimentos”, afirma Felipe Ubilla, Jefe de Ventas Sucursal Puerto Montt y Desarrollo Área Alimenticia y Farmacéutica, Air Liquide Chile.
“La gran mayoría de los productos que se benefician de esta tecnología son las carnes, quesos, frutas, verduras, snacks y los productos de panadería que están disponibles en supermercados y almacenes. Todo ello, se realiza con equipos especializados que garantizan la seguridad y calidad de los procesos para que lleguen en la mejor condición a su hogar”, detalla.
Es así como el envasado en atmósfera modificada aporta múltiples beneficios tanto para los productores como para los consumidores. Por un lado, permite aumentar la productividad, reducir las mermas, optimizar el transporte y almacenamiento, y mejorar la competitividad. Por otro lado, garantiza la calidad organoléptica y sanitaria de los alimentos, preserva su frescura y sabor, y contribuye a la reducción del uso de aditivos y conservantes.
Según Naciones Unidas, para el 2050, la producción de alimentos tendrá que aumentar en un 70 % para poder satisfacer la demanda mundial. Cada segundo se tira más de 30 toneladas de comida a la basura en todo el mundo (PNUMA), y el envasado en atmósfera modificada se transforma entonces en la solución ecológica que reduce el impacto ambiental al disminuir el desperdicio de alimentos y el consumo de recursos.
Es así como los gases industriales desempeñan una función esencial para superar los desafíos de la industria alimentaria. Según Ubilla, la iniciativa “prolonga la fecha de caducidad de un alimento de 2 a 5 veces dependiendo del tipo de producto, permitiendo mayor margen para optimizar la gestión del stock en fábrica y a lo largo de la cadena de distribución”.
“También facilita el transporte al ofrecer productos alimentarios que se deterioran menos rápido durante las entregas desde el punto de producción al punto de venta y hasta el consumidor final. Ello garantiza la calidad y el atractivo visual de los alimentos, limita el uso de aditivos y conservantes y permite ofrecer productos frescos en respuesta a la demanda de naturalidad exigida por los consumidores”, agrega.
Así, la firma francesa está ofreciendo este tipo de soluciones a medida para cada cliente, basadas en el conocimiento técnico y la experiencia en el sector, respondiendo a las necesidades actuales del mercado alimentario global y local, que busca productos de alta calidad, seguros y sostenibles.