El casco urbano de la capital busca renacer con distintas iniciativas que mezclan modernización e historia. Proyectos urbanos y nuevas apuestas destacan en este esfuerzo por devolverle vida a un corazón de la región metropolitana vapuleado desde 2019.
El centro de Santiago enfrentó una profunda crisis tras el estallido social de 2019 y la pandemia de coronavirus en 2020. El vandalismo, el cierre de comercios y la desocupación masiva de oficinas como consecuencia del aumento del teletrabajo, hicieron de este emblemático sector un espacio en desuso. Según un análisis de la consultora inmobiliaria GPS Property, aproximadamente 900 locales comerciales cerraron desde noviembre de 2019 a octubre de 2024.
Una situación que poco a poco comienza a cambiar. Y es que a través de iniciativas públicas y privadas, el centro intenta recuperar su brillo, combinando la revitalización patrimonial con la modernización urbana. Por ejemplo, proyectos como Nueva Alameda buscan revitalizar el eje principal de Santiago a través de iniciativas de infraestructura y mejoramiento urbano.
Empresas privadas también se han sumado a este esfuerzo de recuperación, este jueves se inauguró la sucursal de la casa matriz del Banco Bci en calle Huérfanos con Bandera, en pleno centro de la capital. El proyecto no solo presenta innovaciones en diseño y atención al cliente, sino que también simboliza un compromiso con el rescate de lugares emblemáticos de la ciudad.
Rodrigo Corces, gerente División Banco Retail de Banco Bci, destacó la importancia de volver a utilizar espacios que han sido parte de la historia y cultura nacional. “Somos una empresa chilena que se fundó aquí y tenemos un firme compromiso con los temas sociales del país, apoyando el emprendimiento y creemos que también hay que devolverle la vida al centro de Santiago. Es una manera de volver a comprometer al banco con los lugares emblemáticos y este es un lugar emblemático por eso vamos a estar aquí”, comentó.
El nuevo diseño de la sucursal del Bci combina lo digital y lo presencial, ofreciendo espacios modernos y funcionales que buscan mejorar la experiencia de quienes ingresan a las oficinas. “Nos dimos cuenta que los clientes aunque tengan el banco en su bolsillo y todo lo puedan hacer ahí, muchas veces quieren venir al banco (…) Nos dimos cuenta que esa experiencia digital la podíamos traer también al mundo presencial, para cuando los clientes decidieran venir sea con una experiencia que realmente fuera diferente”, declaró Corces.
Este cambio no solo incluye mejoras tecnológicas, sino también un enfoque en la seguridad, con un diseño adaptado a las normativas actuales y con una nueva ubicación de las cajas, que les entrega mayor privacidad a los clientes. Además, la sucursal incorpora una extensión del Centro Nace, un espacio dedicado al apoyo de pymes y emprendedores, ofreciendo salas de reunión y networking para fomentar el desarrollo empresarial.
La reinvención del centro de Santiago no solo implica modernización, sino también un esfuerzo conjunto para devolverle su carácter icónico. La integración de espacios como la nueva sucursal del Banco Bci, junto con iniciativas culturales y urbanas, refleja una visión compartida de recuperación que une lo patrimonial con la innovación.
