
De tomar, hacer y desechar a reducir, reciclar y reutilizar
En Chile solo el 1% de los residuos domiciliarios se reciclan. Además, ¿qué puede hacer una empresa, organización o pyme por el medio ambiente con los residuos que generan para evitar un daño en nuestro entorno natural? Ser consciente de la importancia del reciclaje es el primer paso para dejar una huella positiva en el planeta.
En Chile solo el 1% de los residuos domiciliarios se reciclan y se estima que cada persona genera 1.19 kilos de residuos al día. Por ello, es que el trabajo de todos los actores de la sociedad resulta esencial para cambiar esta situación.
Como sostiene el académico del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad de O’Higgins (UOH), Jorge Medina, los sistemas lineales de producción y “el aumento sostenido del consumo y demanda de productos, ha ocasionado que nuestra sociedad se vea enfrentada a la explotación sin precedentes de los recursos bajo el modelo del ‘tomar, hacer y desechar’”.
Precisa que este modelo de producción, junto con arrasar con los recursos naturales, es también “responsable de la generación de grandes volúmenes de residuos con el respectivo impacto en el medioambiente”.
El especialista explica que “los residuos orgánicos (restos de alimentos, residuos de cosecha, maderas, entre otros) que son producidos en altos volúmenes tienen consecuencias importantes para el ambiente, como, por ejemplo, las asociadas a la emisión de gases de efecto invernadero, principales responsables del cambio climático que nos afecta; a la generación de malos olores y lixiviados, entre otros impactos que dañan severamente la salud medioambiental”.
Según la Asociación Chilena de Municipalidades y el Ministerio del Medio Ambiente, aproximadamente el 58% de los residuos domiciliarios son orgánicos o vegetales, cuya disposición final es, preferentemente, en rellenos sanitarios.
“Y esta cifra -advierte Medina- es alarmante, porque trae consigo la saturación de estos lugares de disposición, creando problemas sanitarios que ponen en riesgo la salud humana y el medio ambiente”.
¿Se puede hacer algo?
El académico sostiene que, bajo el escenario presentado, los nuevos modelos de desarrollo circulares y aquellos que promueven el “reducir, reciclar y reutilizar” comienzan a tomar protagonismo en la búsqueda de alternativas sostenibles y de bajo impacto que promuevan la gestión integral de estos residuos.
Sobre todo por que justamente el reciclaje “tiene como principal objetivo el aumentar el aprovechamiento de los residuos, a través de procesos de transformación que permitan valorizar y volver a utilizar estos materiales”.
Por eso explica que Chile cuenta hoy con importantes avances, a través de la creación de la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor, Ley REP, la que promueve la disminución en la generación de residuos y fomento del reciclaje, además de responsabilizar al productor de la correcta gestión de los residuos. Asimismo, el país se sumó a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, NDC, que son parte del Acuerdo de París, y que representan los esfuerzos de cada nación para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático.
“Nuestro país se comprometió a la elaboración de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO) que tiene como objetivo el reciclar el 66% de estos residuos al 2040. Y para lograrlo, se requerirá de distintas tecnologías que permiten la correcta gestión y reciclaje de estos residuos, como también el trabajo colaborativo y asociativo que permita una adecuada administración de las posibles capacidades instaladas y del conocimiento necesario para desarrollar estas prácticas”, detalla.
La UOH lidera una serie de proyectos relacionados con el reciclaje y “se trabaja en la reutilización y transformación de residuos de distintas explotaciones silvoagropecuarias y mineras. También destacan proyectos del ICA3 relacionados con los usos de residuos de la industria porcina y en la elaboración de enmiendas orgánicas de carbono secuestrante para distintos tipos de suelos (contaminados y agrícolas)”.
¿Qué beneficios tiene para las empresas?
Cristian Bustos, fundador de la scale up Beeok y especialista en medioambiente, explica que en la actualidad estamos viviendo un momento de grandes desafíos y asistiendo a un cambio paulatino de la sociedad, que se muestra cada vez más responsable y consciente respecto a la necesidad de conservar la buena salud del planeta en el que vive.
Ya no es suficiente con ofrecer un buen producto o servicio, el cliente exige mucho más. Y entre las demandas se solicita reducir el impacto en el medio natural a través de políticas empresariales que potencien la conciencia ecológica con miras a la sostenibilidad.
“El ciudadano, además de trabajar cada día por mejorar su entorno, está demandando a organizaciones, industrias y empresas a hacer lo mismo, exigiendo que tengan un propósito social, a que reduzcan la producción de residuos y a que contribuyan a convivir en un ambiente más verde, respirable y saludable para todos”, señala Bustos.
“Si tu empresa no recicla, es posible que se esté perdiendo una gran cantidad de beneficios invisibles, pero sumamente valiosos para sus colaboradores y el medio ambiente por igual. El reciclaje para empresas no solo es bueno para el planeta, sino que también es bueno para el balance de tu negocio”, asegura.
Así, destaca que “el reciclaje puede suponer una importante ventaja económica por diferentes razones. Por un lado, ahorrar en consumo de energía y materias primas también ahorra costes de producción para las empresas, y un consumo eficiente supone, igualmente, un importante ahorro para las familias”.
Además, esta práctica es un gesto que contribuye a generar empleo y riqueza, porque permite crear puestos de trabajo y, también, ayuda al desarrollo económico de una región con todo lo que tiene que ver con la recolección y el procesamiento de los materiales.
Otro punto relevante que destaca el experto es la gestión de los diferentes alcances que tiene una organización y que con ayuda de la tecnología puede hacerse de una forma más fácil y amigable para caminar hacia la sostenibilidad y la rentabilidad.