Sustentabilidad
Ingenieros Agrónomos plantean que el cambio y variabilidad climática está mostrando sus efectos recurrentemente, pero que sus estragos se pueden mitigar si se implementan las acciones y adaptaciones necesarias.
El Colegio de Ingenieros Agrónomos Regional Coquimbo y las Comisiones de Seguridad y Defensa Alimentaria y de Recursos Hídricos del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile hicieron un llamado ante “la catástrofe meteorológica que ha asolado el centro sur de nuestro país y a la sequía que estamos viviendo desde hace 15 años”:
En una declaración pública, se dirigieron a las autoridades, sociedad civil y conciudadanos “para resaltar la urgencia de avanzar de manera inmediata en la aplicación efectiva de un plan de adaptación al cambio y variabilidad climática nacional, con el objetivo de reducir los impactos devastadores que implican los riesgos de inundaciones y la escasez hídrica estructural y no temporal que enfrentamos”.
Para los profesionales, “el cambio climático, así como la variabilidad climática natural, está afectando a Chile de manera significativa”.
Detallaron que las inundaciones causan desastres “dejando a su paso pérdidas humanas y económicas incalculables. Asimismo, la escasez hídrica amenaza nuestra seguridad alimentaria, el acceso al agua potable y desarrollo sostenible de nuestras regiones”.
Estos impactos no solo ponen en peligro el bienestar y la calidad de vida de las comunidades, sino que también comprometen la estabilidad económica y futuro de nuestro país.
Los gremios agrónomos reafirmaron que “la evidencia científica es clara: si no tomamos medidas audaces y urgentes, los eventos extremos y la crisis hídrica se intensificarán. El tiempo para la inacción ha llegado a su fin. Debemos actuar de manera inmediata y decidida para enfrentar estos grandes desafíos”.
Por eso instaron al Gobierno de Chile y a todas las instituciones pertinentes a, en `primer lugar, “implementar y fortalecer políticas y regulaciones que promuevan la adaptación al cambio y variabilidad climática, asegurando la inclusión de medidas específicas para reducir los riesgos de inundaciones y la escasez hídrica en todas las regiones del país”.
Asimismo pidieron “asignar recursos adecuados y suficientes para la implementación de acciones concretas en el marco de un plan de adaptación al cambio y variabilidad climática”.
Entre las medidas están los sistemas de alerta temprana, gestión sostenible del agua que priorice inversiones en infraestructuras hídricas resilientes ajustadas a la realidad de cada cuenca, como por ejemplo, el fortalecimiento de los cauces de ríos, esteros, puentes y carreteras, de acuerdo a la intensidad de las escorrentías actuales y futuras.
También se busca la reactivación de proyectos de construcción de embalses y tranques reguladores que permitan la acumulación de aguas tanto para uso directo como para las recargas de acuíferos, así como la construcción de plantas desalinizadoras y de reutilización de aguas, entre otras medidas.
Para los profesionales es importante “fomentar la colaboración entre el gobierno, la sociedad civil, sector privado y comunidades locales para impulsar iniciativas conjuntas de adaptación al cambio y variabilidad climática, aprovechando la experiencia y conocimiento colectivo para abordar de manera efectiva los desafíos que enfrentamos”.
Además de busca “promover la educación y concientización pública sobre la importancia de la adaptación al cambio y variabilidad climática e impactos de las inundaciones y escasez hídrica, fomentando una cultura de resiliencia y participación ciudadana activa en la toma de decisiones”.
Por último, se pide “establecer mecanismos de monitoreo y evaluación periódica para verificar el progreso en la implementación del plan de adaptación al cambio y variabilidad climática, asegurando transparencia y rendición de cuentas, incluyendo a profesionales especialistas y calificados en estas materias”.
