Iniciativa apoya al agro a gestionar de mejor manera el rendimiento del agua en una de las zonas más afectadas por la sequía en el país. El proyecto promueve la optimización de este recurso a través de la innovación y el big data.
Gracias a la tecnología de satélites e inteligencia artificial, hoy en Chile ya se puede guiar a los agricultores chilenos sobre cuánta agua deben usar en sus cultivos.
Mediante el uso de una plataforma digital, los agricultores reciben en sus celulares consejos personalizados sobre cuándo y cuánta agua deben utilizar en sus plantaciones de nogales, cítricos o uva de mesa y así optimizar sus riegos en hasta un 30%.
A través de datos meteorológicos e imágenes satelitales, la startup chileno-argentina Kilimo determina la cantidad necesaria de agua para cada cultivo, evitando así el desperdicio de este recurso vital.
Solo en la Cuenca del Maipo, con un total de 4.160 hectáreas y alrededor de 30 agricultores participantes, se espera ahorrar un total de 2.600.000 metros cúbicos de agua en la temporada de cultivo desde 2023 hasta 2025.
“Sabemos que cada gota de agua cuenta, es por eso que nuestra alianza con Kilimo es un llamado a la acción para ser protagonistas del cambio, promoviendo la innovación y la colaboración en soluciones duraderas para los desafíos de nuestro planeta, especialmente en el contexto de la agricultura sustentable”, asegura Paola Calorio, directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Chile, Bolivia y Paraguay. La empresa refuerza así su compromiso por devolver a la naturaleza y las comunidades el equivalente al 100% del agua contenida en sus bebidas a nivel mundial.
Hasta ahora ya se ha permitido que cientos de agricultores en Chile, Argentina, y México ahorren agua en sus cultivos gracias a la aplicación de tecnología en el uso del riego. Esto ha beneficiado tanto a la producción agrícola como a los ecosistemas dependientes del agua y hoy es el turno de nuestro país.
La agricultura utiliza alrededor de un 80% de agua dulce en sus cultivos y según un estudio realizado por el ministerio de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), menos del 20% de los agricultores norteamericanos utiliza la tecnología y data para gestionar el agua de manera adecuada en sus cultivos. Es por eso que la incorporación de nuevas herramientas e innovación son fundamentales para reducir la huella hídrica y continuar en el desarrollo de una agricultura sustentable para el país.
El software usa los datos meteorológicos para entender cuánta agua se evapora y cuánta se necesita para los cultivos de cada campo gracias a su matriz de múltiples satélites e inteligencia artificial. Esto permite proporcionar recomendaciones de riego específicas y simplificadas, lo que puede resultar en ahorros de agua de hasta un 30%.
“Sabemos que para abordar los desafíos de seguridad hídrica de nuestra Cuenca, la agricultura cumple un rol central. Nos llega de orgullo poder unir a nuestros agricultores, que usan la tecnologías para la eficiencia de agua, con empresas como Coca-Cola Chile, para acompañarlos en la adaptación a esta nueva realidad afectada por la crisis climática”, comentó Andrea Ramos, líder de Adaptación Climática de Kilimo para Latinoamérica.
En Chile, los agricultores que se han sumado a este proyecto cultivan una variedad de alimentos, incluyendo nueces, uvas, cerezas, naranjos, limones, almendras, y frutales variados. Entre ellos está Felipe Sánchez de Agrícola Pelvin, quien destaca la importancia del “uso y la disponibilidad de datos porque funcionan como un habilitador de la información de manera sencilla para los agricultores. Esta plataforma es de fácil interpretación, donde uno puede ir viendo la disponibilidad de agua en cada cultivo, transformando esta tarea en algo fácil, práctica e intuitiva”.
Los agricultores de la Cuenca del Maipo -una de las zonas con mayor estrés hídrico del país- que usan este proyecto representan un paso importante hacia la sostenibilidad y el cuidado del agua en la industria con la preservación de recursos naturales en las comunidades donde operan.