Considerando que aún no existen fungicidas autorizados para este cultivo y que se trata de una especie frutal altamente sensible, desde la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, destacan la realización de podas adecuadas, eliminación de ramas secas y monitoreo constante.
El avellano europeo se ha transformado en los últimos años en una especie frutal de relevancia al sur de Chile, alcanzando sobre las 36 mil hectáreas plantadas en el país.
Pero las inestables condiciones climáticas que se han registrado durante octubre y noviembre generan un impacto en la producción, por lo que el académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción Ernesto Moya Elizondo entregó una serie de recomendaciones para un manejo adecuado frente a este escenario.
Dentro de los principales cuidados relatados por el expertodel Departamento de Producción Vegetal, destaca el observar durante primavera y verano las ramas secas que están dentro del follaje verde.
“Los productores deben cortar esas ramas desde muy temprano, desde que se establece un huerto, para poder reducir la fuente de inóculo, porque sobre esa rama seca o madera infectada se van a formar estructuras de fructificación de los hongos que atacan la madera y que van a permitir la diseminación de la esporas, las cuales finalmente van a ir diseminando la enfermedad en el huerto”, explicó.
Además, puso énfasis en la importancia de remover el tejido o ramas muertas que puedan haber en los árboles. Mientras que otro de los aspectos importantes es hacer una poda adecuada.
“Se deben cubrir los cortes de poda, eso en invierno, hay que pintar los cortes de poda y/o complementarlo o hacer aplicaciones de productos biológicos basados en bacterias u hongos que tengan actividad antimicrobiana”, destacó el experto.
Y agregó que “debe existir un monitoreo constante, es decir, si yo estoy observando esta sintomatología, enviar al laboratorio para poder hacer el análisis y detectar cuáles son los patógenos que pueden estar causando estas problemáticas”.
Un aspecto que complica el manejo adecuado para los avellanos europeos es que actualmente no existen fungicidas autorizados para el cultivo. “Se está trabajando en este sentido, de hecho, nuestro laboratorio tiene varios productos validados y algunos que ya están en proceso de registro, pero hasta ahora no se podrían usar fungicidas para poder manejar esta problemática de hongos de madera, principalmente”, afirma el académico.
El avellano europeo, al ser un frutal altamente sensible, no enfrenta de manera favorable este tipo de condición climática.
“Ha sido un año complejo. Durante el invierno las grandes lluvias provocaron que hubiese una alta liberación de esporas y estas lluvias con temperaturas elevadas que se han estado dando durante octubre y noviembre, genera condiciones para la liberación y diseminación de esporas después de cada lluvia”, puntualizó.
“Nosotros tenemos estudios y mediciones hechas, de que se genera un aumento exponencial de la cantidad de esporas en el ambiente después de una lluvia; por lo tanto, después de estos eventos tenemos una condición predisponente para el ataque de enfermedades y si eso viene unido a fenómenos de heladas, la helada genera heridas que pueden ser colonizadas por estas esporas que liberan los hongos de madera”, detalló Moya.
Adicionalmente, “en suelos que son poco fértiles o suelos de baja calidad en cuanto a fertilidad, hace que tengamos un problema aumentado de bacteriosis como la Xanthomonas arboricola pv. corylina (Xac), que causa el tizón bacteriano del avellano europeo”, añadió.
Finalmente, el Dr. Moya agregó que, en caso de observarse sintomatología con ramas muertas u hojas amarillentas, es necesario hacer análisis para poder ir determinando los principales manejos que se puedan realizar.
Sobre el manejo de las enfermedades que afectan al avellano europeo, el especialista expuso recientemente en un seminario organizado por Frutícola Agrichile en la sede Inacap de Chillán, donde fue invitado junto a otros investigadores del país.