En un mundo enfrentando desafíos ambientales sin precedentes, los bosques emergen como héroes silenciosos, desempeñando un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y contribuyendo al logro de objetivos fundamentales para el desarrollo sostenible. Sin embargo, esta riqueza natural se encuentra amenazada por incendios, sequías y una deforestación desmedida, lo que exige un compromiso colectivo para su preservación.
En este marco, cada 21 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de los Bosques, una oportunidad para reflexionar sobre la vital importancia de estos ecosistemas. Esta fecha, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, destaca la labor del Foro de las Naciones Unidas para los Bosques y la colaboración con entidades como la FAO, subrayando la necesidad de proteger nuestros bosques durante todo el año.
Conmemoramos el papel crítico de los bosques en la vida y sostenibilidad del planeta. Los bosques no son simplemente espacios verdes; son guardianes de la vida tal como la conocemos. Contribuyen al suministro de agua dulce en nuestro planeta, desempeñan un papel vital en la sostenibilidad y la seguridad ambiental. No podemos subestimar su importancia y la necesidad de mantenerlos sanos para las generaciones presentes y futuras.
Este sentido, quisiera recalcar el rol de la academia: la investigación y difusión científica son fundamentales para la salud de los bosques a nivel global, no solo desde las ciencias forestales, sino que desde todas las perspectivas ambientales, biológicas y sociales. Por ejemplo, la Ingeniería Ambiental, a través de su análisis de datos climáticos, desempeña un papel preventivo en desastres naturales, pueden desarrollar tecnologías de monitoreo ambiental y claro, aportar a través de la educación y sensibilización.
Del mismo modo los profesionales en ecoturismo, con su enfoque en prácticas turísticas sostenibles, contribuyen significativamente a la protección de estos ecosistemas, involucrando a las comunidades locales, creando experiencias turísticas que sensibilicen al visitante y generen ingresos a los residentes quienes, a su vez, valoren y protejan su propia biodiversidad.
Estos son solo ejemplos, las Ciencias de la Vida, en toda su expresión, están respondiendo de forma activa a estos desafíos, quedando la pregunta ¿cómo incentivamos a los estudiantes universitarios a pensar en futuros donde el beneficio no sea exclusivamente la recompensa económica personal e inmediata? ¿cómo sumamos mentes a nuestras filas que piensen en la regeneración de los ciclos naturales de la tierra y en un futuro mejor donde se ponga a la naturaleza al centro de nuestro actuar?
Aunque es cierto, la protección de los bosques no recae únicamente en profesionales especializados; es un compromiso que debe ser adoptado por toda la sociedad. Promover la educación ambiental, fomentar la participación comunitaria y entender que la naturaleza posee un valor intrínseco son pasos esenciales hacia la preservación de nuestros bosques.
El Día Internacional de los Bosques no debe ser solo una celebración anual, sino un recordatorio constante de nuestra responsabilidad hacia estos guardianes de la vida. La protección de los bosques es un esfuerzo colectivo que involucra a científicos, profesionales, practicantes, ciudadanos y a cada individuo de la sociedad. Solo con este compromiso constante lograremos regenerar y mantener bosques saludables, asegurando un futuro sostenible para todos.