Cada día, nuestro planeta pierde más y más árboles a causa de la deforestación. ¿Pero por qué son tan importantes los bosques?
Más de la mitad de la tierra habitable en nuestro planeta alguna vez estuvo cubierta de densos bosques. Los humanos han talado árboles desde hace 10.000 años, pero, apenas en el último siglo, la deforestación se ha acelerado dramáticamente.
Desde 1900, la tala de bosques ha arrasado con un área equivalente al tamaño de Estados Unidos. La misma cantidad que en los 9.000 años previos, de acuerdo con la plataforma científica Our World in Data.
En 2023, cada semana, el planeta perdió selva tropical del tamaño de Singapur, según datos de Global Forest Watch, publicados por el Instituto Mundial de Recursos. Si bien la deforestación disminuyó ligeramente en comparación con 2022, en total, desaparecieron unos 3,7 millones de hectáreas.
Por lo general, los bosques se talan para obtener tierra para la agricultura, pero también el cambio climático ha potenciado los incendios forestales.
Si los bosques siguen disminuyendo, el planeta podría volverse hostil para los humanos. La mayoría de los países se ha comprometido a eliminar la deforestación hasta 2030, pero están lejos de los niveles necesarios para alcanzar esta meta.
Los bosques sanos absorben dióxido de carbono y producen el oxígeno que respiramos.
Asimismo, recargan nuestra agua potable y funcionan como filtros naturales. Con sus sistemas de raíces, absorben los contaminantes del agua de la lluvia antes de que llegue a los acuíferos.
Las raíces también ayudan a evitar la erosión de la tierra, combaten las inundaciones absorbiendo la lluvia y, en el caso de los manglares, funcionan como baluartes costeros durante las tormentas, amortiguando el embate de las olas.
El sustento de 1,6 mil millones de personas depende directamente de los bosques, que proveen leña, combustible, alimentos, empleo y refugio. Cerca de 300 millones de personas viven en los bosques.
Además, concentran más del 80 por ciento de la biodiversidad terrestre, incluidos un 80 por ciento de los anfibios y un 75 por ciento de las aves. Más de la mitad de las especies vertebradas habita en bosques.
Los bosques juegan un papel central en la lucha contra el cambio climático. Es indispensable frenar la deforestación y restaurar los bosques para evitar un calentamiento global superior a los dos gradoscentígrados.
Junto con los océanos y los suelos, los bosques almacenan la mayor cantidad de CO2. También contribuyen a la creación de nubes, que reflejan la luz del sol, y humedecen el aire a través de la evaporación. Incluso la forma de las copas de los árboles influye en el movimiento del viento y el tiempo.
Es posible revertir la deforestación. En 2023, por ejemplo, Brasil redujo la pérdida de sus bosques primarios en un 36 por ciento; Colombia, a su vez, en un 49 por ciento.
El presidente brasileño, Lula da Silva, ha convertido la deforestación cero en una meta política. “Los países pueden reducir la pérdida de sus bosques si muestran un compromiso político”, asegura Rod Taylor, del Instituto Global de Recursos.
Asimismo, existen iniciativas globales para determinar el valor de un bosque según la cantidad de carbono que puede almacenar. También hay planes para pagar directamente a los residentes y propietarios de tierras que ayuden a preservar áreas forestales.
Por su parte, la Unión Europea adoptó una nueva regulación que busca frenar la deforestación a través del enfoque en las cadenas de suministro. Las empresas importadoras deberán asegurar que sus productos, como la carne, el cacao, el café, la soja y el aceite de palma, no provienen de tierras recientemente deforestadas.
A través del apoyo de comunidades indígenas y la restauración de bosques talados, también se espera salvar los bosques del planeta.