“La búsqueda de un camino sustentable para que la materia prima de los tejidos sea más amigable con el medio ambiente ha llevado a que la industria textil y diseñadores incorporen cada vez más a sus diseños la fibra de origen forestal, que es renovable, reciclable y biodegradable”, dice experto.
¿Qué podrían tener en común la industria forestal con la moda? Para muchos no existe relación entre ambas, pero la verdad es que sí, ya que esta última está recurriendo a los bosques para fabricar las fibras del futuro y así avanzar hacia una industria textil más sustentable.
Algo que se vuelve cada vez más urgente, pues según datos del Banco Mundial, la industria de la moda representa actualmente el 10% de las emisiones anuales de carbono del mundo y en el caso de Chile específicamente, en los últimos 20 años este se ha convertido en el país de América Latina que consume más ropa por persona, aumentando la compra de vestuario en un 233% en ese periodo.
Parte de esta tendencia a comprar y desechar ropa se ve reflejada en el cementerio tóxico de ropa del Desierto de Atacama y otros puntos de la zona, desde donde algunos expertos señalan que al no ser prendas biodegradables y tener productos químicos no son aceptados en vertederos municipales.
Un punto que nuevamente nos lleva a la industria forestal, ya que desde 2020 Arauco viene trabajando en la producción de pulpa textil que es utilizada como materia prima en la fabricación de tela de viscosa o rayón que, entre sus características, destaca por venir de una fibra natural, reciclable y biodegradable.
Según datos de PEFC Internacional y Unece/FAO, un tejido forestal consume un tercio de energía y 60 veces menos cantidad de agua, comparado con un tejido sintético o de algodón. Además, este tipo de fibra textil tiene una excelente caída y permite un buen teñido en las telas, gracias a su excelente capacidad para absorber y mantener colores.
A esto se suma la posibilidad de incorporar agentes en la fibra misma, como pigmento para un color base, un retardante de fuego, agenda antibacterias, entre otros.
Juan Anzieta, gerente de Bosques y Sustentabilidad de Arauco, cuenta que “la compañía trabaja a partir de eucaliptus en la planta de celulosa de Valdivia, la cual cuenta con una capacidad de producción de aproximadamente 500 mil toneladas de pulpa”.
Esta pulpa está dirigida exclusivamente a la industria textil y es comercializada principalmente en China, Tailandia, India e Indonesia, con aproximadamente el 80% de las exportaciones.
“La búsqueda de un camino sustentable para que la materia prima de los tejidos sea más amigable con el medio ambiente ha llevado a que la industria textil y diseñadores incorporen cada vez más a sus diseños la fibra de origen forestal, que es renovable, reciclable y biodegradable”, sostiene Anzieta, quien estuvo presente en la conferencia “Challenge the Fabric Milan 2024”.
Se trata de una iniciativa pionera entre industrias para hablar sobre sostenibilidad, trazabilidad e innovación de materiales en la industria de la moda, donde se hizo un llamado a diseñadores a crear looks con materiales de base biológica o reciclados.
Junto con promover el uso de materiales biológicos y reciclados en la ropa se presentaron distintos diseños creados a partir de fibras celulósicas que dan cuenta del potencial que tiene. Aunque los modelos exhibidos eran de alta costura, la viscosa o rayón es un material que se utiliza hoy para todo tipo de prendas: calcetines, poleras, chaquetas y pantalones, entre otros.
En la instancia, el ejecutivo presentó tres tendencias que seguirán marcando el futuro de esta industria. “Por una parte veremos nuevas regulaciones que exigirán trazabilidad a las fibras, por lo que la industria forestal está en mucho mejor pie que el resto de los materiales; el hacer compatible la producción de fibras con la provisión de servicios ecosistémicos es clave en el desarrollo de la naturaleza y las comunidades locales y en esto como compañía también tenemos una ventaja importante, y por último se exigirá cada vez más la demostración de un impacto positivo en la naturaleza”, explicó Anzieta.
“Mediante herramientas tecnológicas de última generación, Arauco está midiendo una serie de servicios ecosistémicos en el largo plazo, incorporándolos en la contabilización de Capital Natural”, detalló.