Un análisis de imágenes satelitales respecto de la temperatura en los últimos 10 años a una escala de unidad vecinal en el Gran Santiago, no solo permitió la elaboración de un detallado mapa de las zonas más afectadas por olas calor, sino también la detección de puntos específicos.
Espacios públicos o privados que se encuentren abandonados o subutilizados, sin vegetación o no diseñados para enfrentar altas temperaturas, son áreas en que podrían implementarse iniciativas de táctica urbana para disminuir la temperatura de esos entornos.
Es el principal planteamiento del proyecto “Barrios por el Clima”, impulsado por Corporación Ciudades con el apoyo de la Fundación Ibáñez Atkinson, que permitió la realización de un profundo diagnóstico sobre los sectores más afectados por el calor, con comunas en que la temperatura ha alcanzado casi los 40°C en veranos pasados.
En el período analizado, las 10 comunas del Gran Santiago que registraron mayor intensidad en olas de calor fueron Quilicura, Renca, Cerrillos, Pudahuel, Cerro Navia, Conchalí, Estación Central, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda y Lo Prado. Tras un análisis en algunos de estos territorios se fijaron barrios prioritarios, en base a elementos como altas temperaturas registradas, densidad poblacional, vulnerabilidad y baja cobertura vegetal, los que a su vez poseen una mayor cantidad de espacios disponibles para ser intervenidos con cambios en su tipología de pavimento, paisajismo, mobiliario urbano o en sus edificaciones.
Al trabajo se sumaron las ONG Mi Parque, Bosko y Patio Vivo, que colaborarán en el futuro diseño de proyectos de intervención. Además, el Magíster en Arquitectura Sustentable y Energía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, implementará instrumentos de monitoreo y evaluación para cuando se determinen iniciativas específicas en algún barrio determinado.
“El cambio climático es una realidad presente hace tiempo en nuestras ciudades, y como en tantos otros temas urbanos, también golpea con más fuerza a los sectores con mayor vulnerabilidad. Cruzar indicadores nos permite promover proyectos que vayan en directo beneficio de los barrios más afectados, a una escala de análisis de unidades vecinales específicas”, explica el director ejecutivo de Corporación Ciudades, Martín Andrade.
Para el coordinador del Programa de Conservación de la Fundación Ibáñez Atkinson, Eduardo Aninat, la colaboración público-privada también resulta clave para enfrentar los efectos del cambio climático. “En la sociedad convivimos muchas organizaciones que estamos preocupadas de diferentes fenómenos que nos afectan, y es con colaboración y con la promoción de nuevas y buenas ideas que entre todos podemos enfrentarlos. Esa es uno de los sellos de Barrios por el Clima, que buscará ser un articulador para generar condiciones que mejoren de manera concreta la calidad de vida de quienes habitan algunas de las zonas más afectadas por el calor en Santiago”, reflexiona Aninat.
Luego de esta firma de convenio entre distintas organizaciones, el proyecto promoverá la implementación de proyectos en algunos sectores de las comunas más afectadas por las olas de calor, junto con participar en distintos diálogos sobre la ciudad en que se pondrá sobre la mesa la crisis climática y sus efectos urbanos.