Especialista pide frenar “extracción indiscriminada” de los piñones ya que es “el único órgano de regeneración natural”.
La araucaria araucana se mantiene amenazada y de hecho ya se cumplen más de seis años desde que se declaró en peligro de extinción en la Cordillera de Nahuelbuta.
Por ello, el investigador y director del Departamento de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales de la Universidad de La Frontera, Rubén Carrillo, quien lleva más de 30 años estudiando la especie, ha advertido que el trabajo para revertir este panorama no ha logrado generar los resultados esperados.
Esto, ya que la distribución y regeneración de la araucaria ha sido afectada por múltiples factores: la explotación maderera en el pasado; incendios forestales; sustitución de bosque nativo por plantaciones de rápido crecimiento como pino y eucalipto; fragmentación de su hábitat; crisis climática y la prolongación de los períodos de sequía.
Y lo que es más grave aún, “el considerable aumento de la extracción de su semilla, que es el único órgano de regeneración natural”, puntualiza el investigador.
En ese sentido, advierte que “en el último tiempo en Chile se está dando una extracción indiscriminada de piñones. En publicaciones científicas se especifica que el aumento de esta actividad está llevando a un sobrevivencia mínima o nula de la especie Araucaria araucana”, detalla Carrillo.
De acuerdo a las cifras, cada cono de araucaria puede contener entre 120 a 200 semillas y cada especie tiene una producción media estimada de 20 conos, generándose así en promedio de 2000 piñones por árbol.
Dado este panorama, el investigador UFRO apunta a la necesidad de generar una regulación para la extracción de piñones, pensando en las próximas temporadas –que se dan generalmente entre marzo y abril-, como ocurre en Argentina.
“El Ministerio de Producción e Industria de ese país tiene a cargo regular año a año la extracción de semillas de araucaria. Para aquellos que quieren hacerlo deben obtener la Guía Forestal Única, la que establece que hay años en que solo se puede extraer para consumo y se regulan las áreas que son habilitadas para esta actividad”, explica el investigador UFRO.
Además, las guías para consumo están autorizados solo para aquellos ciudadanos de las localidades que se explicita. Asimismo, se otorga permiso a integrantes de Agrupaciones Mapuches y pobladores rurales criollos de los parajes y Áreas Naturales Protegidas.