Metodología permite evaluar y mejorar la compatibilidad ambiental en sistemas de filtros UV y la calidad de los protectores solares, ya está siendo utilizada por marcas de prestigio mundial.
Con la llegada del verano es imprescindible el uso de protectores solares para evitar los dañinos efectos de los rayos UV en la piel. Sin embargo, los protectores no son inocuos para el medio ambiente, y en especial para la vida marina, que recibe los elementos nocivos de los protectores que usan los bañistas.
Muchos protectores solares contienen filtros químicos como oxibenzona y octinoxato. Estos compuestos son conocidos por ser tóxicos para la vida marina, especialmente para los corales, algas y otros organismos marinos.
Además, los ingredientes de los protectores solares pueden bioacumularse en los organismos marinos, afectando su desarrollo y funcionamiento. Esto puede extenderse a la cadena alimentaria, afectando a especies superiores, incluidos los humanos.
Para disminuir estos efectos, la empresa química alemana BASF desarrolló EcoSun Pass, una innovadora metodología que permite seleccionar ingredientes sostenibles para la formulación de protectores solares. El sistema minimiza el daño ecológico al mismo tiempo que garantiza la eficacia del producto, equilibrando la protección de la salud humana, al contribuir a la prevención del cáncer de piel, y la preservación de los ecosistemas marinos.
La herramienta se basa en un enfoque científico que examina la interacción entre los ingredientes de la formulación, utilizando datos ambientales actualizados sobre los filtros UV disponibles en el mercado. Este análisis se lleva a cabo mediante la evaluación de ocho parámetros clave, lo que permite una visión integral del impacto ambiental:
– Biodegradación: La descomposición de la materia orgánica por microorganismos.
– LogPow: Logaritmo relacionado con la toxicidad del solvente.
– Toxicidad acuática (corto y largo plazo): Evalúa los efectos adversos en organismos acuáticos, tanto en exposiciones agudas como prolongadas.
– Toxicidad terrestre: Implicaciones de las sustancias en la flora y fauna.
– Toxicidad de sedimentos: Impacto en los organismos acuáticos que habitan en los sedimentos.
– Bioacumulación: Acumulación gradual de sustancias en un organismo en relación con la tasa de absorción.
– Disrupción endocrina: Indicios de que una sustancia puede alterar el sistema hormonal de los organismos.
Gabriela Zúñiga Arenas, gerente de Persona Care, señala que a herramienrta fue diseñado para posibilitar una evaluación holística y transparente de los filtros UV en relación a su impacto ambiental, basada en criterios reconocidos internacionalmente. “Queremos ser el socio preferido de la industria cosmética en la transición hacia un futuro más responsable y sostenible”, afirma.
Este sistema es el primero en ofrecer una clasificación científica sólida y transparente para evaluar y reducir el impacto ambiental de una formulación específica. “Se trata de añadir valor a nuestros clientes, facilitando información transparente y neutral para que puedan seguir desarrollando soluciones cada vez más sostenibles”, agregó Zúñiga.
Algunas marcas de prestigio mundial ya adoptaron esta tecnología, como Neutrogena, cuyo nuevo protector solar Sun Fresh Hydro Boost lleva el sello EcoSun Pass en su etiqueta.
Además, se integra con Sunscreen Simulator, una herramienta digital que optimiza el tiempo y proceso de desarrollo. Gracias a esta tecnología, los formuladores pueden evaluar el rendimiento de sus productos en fases iniciales, evitando costosos estudios posteriores.