Repartidos entre las regiones de Atacama al Biobío, estas áreas de alto valor ecológico fueron protegidas gracias al trabajo colaborativo entre la comunidad, científicos y el Ministerio del Medio Ambiente.
Un nuevo paso hacia la conservación de su patrimonio natural dio Chile esta semana, tras la declaración de cuatro nuevos humedales urbanos (HU) en el Diario Oficial. Repartidas entre las regiones de Atacama al Biobío, estas áreas de alto valor ecológico fueron protegidas tras el trabajo colaborativo entre la comunidad, científicos y el Ministerio del Medio Ambiente, quienes se coordinaron para cuidar de estos ecosistemas únicos, que no solo albergan una rica biodiversidad, sino también ofrecen servicios ecosistémicos esenciales, como regulación hídrica y mitigación de eventos extremos.
El primero en publicarse fue Cajón del Río Claro y Estero Piduco, el primero de la comuna de Talca, en la Región del Maule, que el pasado 10 de diciembre fue declarado oficialmente. Con 328,41 hectáreas, este humedal ribereño atraviesa Talca, actuando como una barrera natural contra inundaciones.
Entre su biodiversidad destacan aves como el Pato Jergón (Anas georgica) y el Siete Colores (Tachuris rubrigastra), además de anfibios en categoría Vulnerable, como el Sapo de Rulo (Rhinella arunco) y la Rana Chilena (Calyptocephalella gayi). Su protección permitirá fortalecer su capacidad para mitigar eventos climáticos extremos y conservar su valiosa biodiversidad.
El 11 de diciembre, en tanto, se publicó la declaracióndel HU Lagunas Recamo y Redacamo – Talcahuano, en el Biobío. Estas lagunas costeras, de 8,36 hectáreas de extensión, son el hogar de más de 40 especies de aves, incluyendo el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus) y el pato colorado (Spatula cyanoptera); además, resguardan peces como el pejerrey chileno (Basilichthys microlepidotus). Con su protección -la primera que recibe un humedal urbano en Talcahuano- se espera garantizar un refugio seguro para especies migratorias y residentes, además de preservar su rol como un hábitat acuático clave.
Un día después vino la celebración en Copiapó, pues, la comunidad recibió oficialmente la noticia de la declaración del HU Parque Kaukari, el primero de este tipo en la comuna del norte grande, protegiendo un verdadero oasis en medio del desierto de Atacama.
El HU Parque Kaukari es el primer humedal urbano en un parque urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo del país. cuenta con una extensión de 2,4 hectáreas y en él se alberga flora endémica como el cacho de cabra (Skytanthus acutus) y la pata de guanaco (Cistanthe longiscapa), que florecen tras lluvias esporádicas. En cuanto a la fauna que allí habita, destaca el lagarto de Manuel (Liolaemus manueli, clasificado En Peligro) y aves como el aguilucho (Geranoaetus polyosoma).
Finalmente, el viernes se anunció la creación del cuarto ecosistema protegido de la semana: el HU Pichidangui – Los Vilos. Ubicado en la región de Coquimbo, este humedal marino-costero se extiende por 5,14 hectáreas, siendo un bastión para la fauna endémica como la iguana chilena (Callopistes maculatus) y el degú (Octodon degus). Con su protección se espera asegurar la continuidad de servicios ecosistémicos que benefician a las comunidades locales.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró los avances en protección y conservación que representan estas declaratorias, asegurando que “este es un esfuerzo interinstitucional. Aunque es el Ministerio del Medio Ambiente quien lidera estas acciones, no serían posibles sin la colaboración de los gobiernos locales, la comunidad científica y, sobre todo, las comunidades”.
La secretaria de Estado también profundizó en la importancia de estas medidas para la mitigación de la triple crisis planetaria, reconociendo que, “además de su valor ecológico, los humedales urbanos desempeñan un papel vital en la adaptación y mitigación al cambio climático. Actúan como esponjas naturales, por lo que almacenan agua durante lluvias intensas, previniendo así las inundaciones. También capturan carbono, contribuyendo a mitigar el calentamiento global, y mejoran la calidad del aire y el agua”.
Estas declaratorias traerán consigo campañas de educación ambiental para la comunidad, que buscarán sensibilizar a las comunidades sobre la importancia que tiene proteger estos espacios. Estas iniciativas incluyen talleres con comunidades locales, programas educativos y la promoción del turismo sostenible.