Durante la quinta jornada de Congreso Futuro se abordaron temas como la sostenibilidad en la industria ganadera, sus impactos ambientales y las posibles soluciones para no seguir afectando la biodiversidad de nuestro planeta.
La industria ganadera ha crecido considerablemente en el último tiempo y con ella también las emisiones de gases de efecto invernadero, y por ello es que mejorar la alimentación del ganado para disminuir el impacto ambiental es imperativo. Emisiones de gases de efecto invernadero, el alto consumo de agua, la degradación del suelo y la deforestación son algunos de los impactos que la industria ganadera provoca en la tierra.
Este tema se abordó en la quinta jornada de Congreso Futuro, el evento de divulgación científica y tecnológica más importante de Latinoamérica. En unos de los primeros bloques titulado Agroindustria responsable, se abordaron los impactos y las soluciones frente a una industria ganadera que no deja de crecer.
Ermias Kebreab, académico de Ciencia Ambiental de la Universidad de California, abordó el impacto de la ganadería en el medioambiente como lo es el aumento de concentración de metano en la atmósfera. Además, explicó que tanto la sociedad como las industrias están usando más recursos de los que tenemos.
Para el experto es importante reducir las emisiones de metano a través aditivos en la comida de los animales como pellets de algas ya que, entre más consumo de algas por parte de la ganadería más reducción de gases de efecto invernadero como lo es el metano. Un impacto significativo de este gas es, entre otro, el aumento de la temperatura de la tierra. “La mitad, 0.5 centígrados centígrados de aumento de la temperatura proviene del metano. Por lo tanto, su impacto es enorme en el ambiente y es por eso que nos interesa el metano porque nos da una oportunidad para reducirlo. Si reducimos el metano en 30 % para 2040, podemos ahorrar 0.3 grados del ambiente y la idea es el aumento de la temperatura hasta 1.5”, explicó.
“¿Cómo alimentar a esta población en continuo crecimiento, porque para el año 2050 se provee que vamos a ser más o menos 10 mil millones de personas. ¿Cómo lo hacemos si hay tan poca tierra arable?” Así es como partió la exposición de Claudia Stange, científica especialista en biología molecular y fisiología vegetal.
Para la académica es importante cuidar, proteger y no perder la biodiversidad ya que esta pérdida de tierras, naturaleza, animales y más afecta directamente a la producción de alimentos. Stange explica que “el cambio climático nos ofrece unos desafíos impresionantes, porque la crisis climática está afectando los suelos, generando sequía, generando salinidad en los suelos, producto de la sequía se concentran las sales en los suelos y la mayor impacto provee de la salinidad, ¿Cierto? Y el 40% de la superficie arable de la tierra está afectada por salinidad de sequía, es lo peor que hay”.
Lluvias torrenciales e incendios forestales que son capaces de destruir ciudades enteras son algunos de los efectos más visibles del cambio climático. “Entonces, eso causa erosión, ¿Cierto? Hay pérdida de biodiversidad y las plantas se afectan, ¿Sí? ¿Cómo se afectan las plantas? ¿No crecen? ¿Sí? Y hay una pérdida de hasta un 50% en la producción de alimentos”, agrega la académica de la Universidad de Chile.
Así mismo explica que la solución a este impacto es pensar que la tecnología y la biotecnología vegetal vienen en ayuda de la humanidad para mitigar los efectos del cambio climático así como también en hacer una agricultura más sustentable.
No es novedad que la industria ganadera genera altos impactos en el medioambiente. La alta demanda de diferentes tipos de carne provoca que las ganaderías piensen en soluciones más rápidas de producción. Pablo Cifuentes, co-fundador y Chief Technology Officer de PhageLab, explica el impacto de los antibióticos en la producción ganadera.
“Más cantidad (de antibióticos) por periodo más prolongados o por periodo que el médico no sugirió. Y lo último que ocurre más en salud animal, en producción intensiva de animales. Los antibióticos suelen utilizarse como promotores del crecimiento, porque un efecto secundario de los antibióticos en los animales es que generan más peso, más peso, más carne. Estos son como la receta de una crisis y es una crisis que ya ocurre y que está activa”, detalle Cifuentes.