El debate sobre la prohibición de los celulares en los colegios ha cobrado fuerza, impulsado por la posible aprobación de una nueva ley que busca regular el uso de estos dispositivos electrónicos en las salas de clases.
El avance de la tecnología ha llevado a un aumento significativo en el uso de dispositivos móviles en los últimos años. Cada vez más niños tienen acceso a internet y teléfonos móviles, transformando su forma de comunicarse y aprender. Expertos aseguran que desde la llegada de la pandemia, el incremento en el uso de pantallas ha afectado especialmente a las generaciones más jóvenes.
Según el estudio Kids Online, desarrollado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC) de la Universidad Católica y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, en colaboración con el Centro de Innovación del Ministerio de Educación y Unicef, el 58% de los niños, niñas y adolescentes obtiene su primer celular con internet antes de los 10 años.
Aunque algunos consideran que el uso de dispositivos móviles debería estar totalmente prohibido, existe un debate sobre los beneficios potenciales de la tecnología y la adaptación de la educación a las nuevas generaciones utilizando estas herramientas.
En nuestro país la mayoría de los establecimientos el uso de celulares está prohibido o regulado según la edad de los estudiantes, permitiéndose únicamente con fines académicos. César Muñoz, director de convivencia escolar del Colegio Seminario Menor de Las Condes (SPM), institución que aplica esta medida, resalta que en el establecimiento “estamos comprometidos con el uso adecuado de la tecnología. Creemos que, en su justa medida, la tecnología promueve el aprendizaje y permite aprovechar sus beneficios, pero regulamos la utilización de los aparatos para evitar que interfieran con el correcto desarrollo en las aulas”.
“La integración de tecnologías en las salas de clases puede ser una oportunidad para personalizar el aprendizaje y facilitar la colaboración entre los estudiantes, siempre que se implemente de manera estratégica y bajo un marco pedagógico adecuado”, añade el experto.
El panorama a nivel mundial muestra una diversidad de enfoques en cuanto a la interacción con smartphones en los colegios. En muchos países, se han implementado políticas que regulan o prohíben la utilización de dispositivos móviles durante las clases. Por ejemplo, en Francia, se prohibió completamente su uso en las escuelas primarias y secundarias desde 2018, con el objetivo de reducir distracciones y promover un ambiente de aprendizaje más concentrado.
En otros lugares, como en Japón y Corea del Sur, donde la tecnología juega un papel central en la sociedad, las políticas pueden ser más permisivas pero con regulaciones estrictas sobre cuándo y cómo pueden utilizarse los dispositivos móviles dentro de las escuelas.
El debate sobre la prohibición de celulares en colegios gira en torno a las preocupaciones sobre su impacto en la concentración y el rendimiento académico de los estudiantes. Es crucial que los centros educativos adopten una postura clara frente a este dilema, ya que así se pueden prevenir los problemas relacionados con el uso excesivo de pantallas a una edad temprana.