Publicidad
Disparidad educacional afecta directamente en la salud cerebral  Educación

Disparidad educacional afecta directamente en la salud cerebral 

Publicidad

Un aumento de los años de educación cursados se asocia a un mayor volumen de materia gris y mejor conectividad funcional de áreas cerebrales afectadas en la demencia, lo que ofrece protección contra la incidencia y progresión de esta condición clínica.


Que los años de educación impactan directamente en la salud cerebral, es una de las conclusiones que arroja el estudio liderado por el BrainLat de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde participaron investigadores de diferentes regiones y que fue publicado en una de las revistas más importantes de demencia “Alzheimer’s and Dementia”.

La investigación, abarca una muestra de 1.412 participantes, a quienes se registraron con imágenes de resonancia magnética, incluyendo sujetos sanos y pacientes con Alzheimer y demencia frontotemporal. Este estudio sin precedentes cuenta con la colaboración de múltiples instituciones de América Latina y la Universidad de California en Estados Unidos.

El análisis se centra en demostrar el impacto en la salud cerebral de un mayor número de años de educación en la población de Estados Unidos en comparación con la de América Latina. Los resultados muestran que las diferencias en años de educación explican entre el 24 y el 98% de diferencias cerebrales entre ambas regiones geográficas. Estas disparidades educativas tuvieron mayor impacto en Alzheimer y la demencia frontotemporal. 

Adicionalmente, se muestra que al aumentar los años de educación se evidencia un mayor volumen de materia gris y mejor conectividad funcional de áreas cerebrales que típicamente son afectadas en la demencia. Por lo tanto, la educación aumenta la capacidad del cerebro para compensar daños neurológicos, como los causados por las demencias. Aspecto de gran importancia, si consideramos que los participantes de América Latina tuvieron en promedio 4 años de educación menos que los de Estados Unidos.

Utilizando técnicas de aprendizaje automático, los investigadores identificaron la educación como el segundo predictor más importante de estas demencias, superado solo por variables cognitivas típicamente utilizadas en el diagnóstico de esta condición clínica.

Sin embargo, la educación mostró ser más determinante que las variables cerebrales obtenidas a partir de análisis de imágenes por resonancia magnética. Este hallazgo subraya cómo un bajo nivel educativo en América Latina puede acentuar la severidad de las demencias.

Raúl González Gómez, primer autor del estudio, subraya que “esta investigación hace un llamado urgente a abordar las disparidades educativas como parte integral de las estrategias de salud para combatir la demencia. En otras palabras, invertir en educación hoy puede reducir significativamente los costos futuros asociados con el aumento de la incidencia de demencia en América Latina y Chile”.

En tanto, el investigador y director del BrainLat UAI, Agustín Ibáñez, supervisor del proyecto, señala que “al evidenciar el profundo impacto de la educación en la salud cerebral, este estudio demanda intervenciones y políticas adaptadas para mitigar estas disparidades, especialmente en regiones como América Latina, donde las desigualdades socioeconómicas son más acentuadas”.

Los resultados del estudio subrayan la importancia de promover la educación como un factor protector del cerebro, especialmente en América Latina, donde se estima que actualmente hay 7.8 millones de personas con demencia. Esta cifra podría aumentar a 27 millones para el año 2050. Investigaciones previas indican que la incidencia de demencia es significativamente más alta en personas analfabetas.

Por lo tanto, es crucial mejorar las políticas educativas como parte de un plan a largo plazo para abordar efectivamente el creciente problema de la demencia en la región

Publicidad

Tendencias