Opinión
En Chile estamos frente un alarmante descenso en las matrículas de carreras de pedagogías. Así lo verificaron los datos expuestos en septiembre por el ex ministro de Educación Harald Beyer, en el seminario “Vocaciones docentes y exigencias de ingreso a las pedagogías”. (abarcó entre 2014 y 2024). Así, se observa una caída marcada en educación diferencial, párvulos, educación física e historia. Siendo el origen de los matriculados, entre 2017 y 2024, en un 90 % proveniente de colegios particulares subvencionados y municipales. (33% de municipales y 57% de particulares subvencionados).
El tipo de establecimientos del cual provienen los matriculados evidencia, que quienes eligen pedagogías son jóvenes de estratos socioeconómicos medios y bajos. Esto inevitablemente plantea una interrogante sobre las exigencias para el ingreso a las carreras de pedagogías en Chile. Un punto que ha sido objeto de reformas y de debate en las últimas décadas.
Desde el año 2017 el Ministerio de Educación implementó requisitos más estrictos para el ingreso de futuros docentes. Esto incluyó un puntaje mínimo en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) como la acreditación de las carreras de pedagogía. Estas medidas, si bien han buscado elevar el nivel educativo de los futuros académicos, también ha limitado el acceso a la educación superior para estudiantes de contextos socioeconómicos desfavorecidos.
La admisión a las carreras de pedagogía en nuestro país ha estado tradicionalmente basada en el puntaje obtenido en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). Sin embargo, para responder a las necesidades educativas del siglo XXI de los nuevos docentes, es necesario considerar un enfoque más holístico y equitativo. Por esto, las universidades y centros de formación deben ofrecer programas no solo enfocados en la teoría, sino también en la práctica y en la innovación pedagógica. Además, de asegurarles a nuestros a nuestros futuros profesores y profesoras herramientas para la integración de tecnologías digitales como de habilidades socioemocionales.
Para enfrentar los desafíos del futuro es fundamental encontrar un equilibrio. Un balance entre la selección de candidatos con altas competencias académicas y la promoción de la equidad en el ingreso a la pedagogía docente. Asimismo, explorar la relevancia de la vocación y las aptitudes pedagógicas como esenciales para el acceso a carreras de pedagogía, debería ser prioritario hoy en Chile.
