
Araucanía: conmemoran el Día de la Convivencia Educativa con fortalecimiento educativo en 14 comunas
Más de 2.000 profesionales y 227 establecimientos de la región fortalecieron sus prácticas de convivencia a través del programa A Convivir se Aprende impulsado por el Ministerio de Educación y la UCT.
Desde 2022, el Ministerio de Educación impulsa una estrategia nacional para situar la convivencia como eje central del quehacer educativo, a través de políticas públicas actualizadas y proyectos legislativos innovadores. Marcela Castro, seremi de Educación de La Araucanía, destacó el compromiso regional: “La convivencia y el bienestar de las comunidades educativas forman parte de las prioridades de esta administración, reflejadas en acciones como la actualización de la Política Nacional de Convivencia Educativa 2024-2030 y la consolidación de programas como A Convivir se Aprende”.
En La Araucanía, el ejecutivo junto a la Universidad Católica de Temuco trabajan en conjunto bajo una estrategia que permitió ampliar la cobertura de 8 a 14 comunas en tres años de trabajo. Hoy, más de 2.000 profesionales de 227 establecimientos educacionales son parte de procesos de formación, acompañamiento y redes comunales, de los que, más del 99% reportó mejoras concretas en sus prácticas de gestión de la convivencia, a través de la incorporación de enfoque de escuela total multinivel y en el reconocimiento de los recursos de sus propias comunidades.
Marcela Momberg Alarcón, Rectora de la UC Temuco, valoró los avances logrados y reafirmó el rol y compromiso de la casa de estudios en procesos transformadores: “Formar parte de este programa es fundamental para nuestra misión institucional. Desde la universidad aportamos al fortalecimiento de las capacidades de las escuelas y generamos conocimiento que impulsa comunidades educativas más resilientes y comprometidas con su entorno”.
Innovación
El modelo de Escuela Total Multinivel sobre el que trabaja A Convivir se Aprende (ACSA), ha resultado clave para promover un cambio estructural en los espacios educativos. Carmen Paz Tapia, coordinadora regional del programa, explicó que uno de los ejes principales es reconocer y difundir las experiencias prácticas desarrolladas por las propias escuelas, la académica enfatizó en que “existe un gran valor en lo que las instituciones educativas están construyendo. La universidad tiene el deber de visibilizar estas iniciativas, fortalecerlas mediante investigación y contribuir a la formación de los futuros profesionales de la educación”.
Aunque existen avances en la temática, persisten importantes desafíos que exigen un trabajo sostenido. El fortalecimiento de las competencias socioemocionales en las comunidades educativas ha demostrado ser una vía efectiva para enfrentar los problemas de violencia y maltrato, pero consolidar estos cambios requiere continuidad, compromiso institucional y apoyo integral a las escuelas.
Desde una mirada estructural, Sandra Becerra, directora del Centro Convive UCT e investigadora responsable del programa en la región, advierte que los problemas de convivencia no nacen dentro de las escuelas, sino que reflejan fenómenos más amplios.
“La vida social, la experiencia familiar y el contexto cultural de las comunas influyen directamente en el comportamiento de los estudiantes. La escuela necesita apoyo para formar habilidades de convivencia que durante años no han recibido el mismo impulso que los logros académicos”, concluyó Becerra.
El 2025 está proyectado como un año de consolidación. El programa contempla la publicación de nuevos materiales de apoyo, la realización de un Diplomado en Convivencia Educativa, el fortalecimiento de las redes comunales y un acompañamiento más intensivo en el diseño y actualización de instrumentos de gestión.
En La Araucanía, el Día de la Convivencia Educativa representa el reflejo de una apuesta colectiva: transformar las escuelas en espacios de respeto, diálogo y cuidado mutuo, con resultados medibles que ya marcan una diferencia en la vida de miles de estudiantes.