
Millennials prefieren perros antes que hijos: una tendencia que crece
Un estudio reveló que 7 de cada 10 millennials opta por tener mascotas en vez de hijos. En Chile, donde la natalidad está en su punto más bajo, esta tendencia también se hace sentir.
El informe realizado por Honest Paws evidenció una transformación social que está cambiando el modo en que se entienden la familia y el proyecto de vida. Según los datos, el 70% de los millennials que decidieron no tener hijos consideran a sus mascotas como sus verdaderos “hijos peludos”. Además, el 72% dijo preferir su compañía a la de niños, y un 69% opinó que cuidar de un animal es más sencillo.
¿La razón? Menores costos, menos exigencias de tiempo, mayor libertad para viajar o trabajar y una conexión afectiva que no requiere formalidades. Para muchos, tener un perro o un gato es más que una alternativa, es una decisión consciente y definitiva.
La llamada generación millennial agrupa a quienes nacieron entre 1981 y 1996. Es decir, quienes hoy tienen entre 28 y 44 años. Son personas adultas, conectadas digitalmente, muchas veces con valores distintos como más conciencia ambiental, menos apego a estructuras tradicionales y una visión del futuro más incierta.
Natalidad al mínimo histórico
En nuestro país, la natalidad atraviesa su punto más bajo en décadas. Según cifras del INE, en 2023 se registraron menos de 180 mil nacimientos, marcando una caída sostenida en los últimos años. Esto se explica por múltiples factores como la inestabilidad económica, cambios culturales, mayor acceso a educación y la postergación del proyecto familiar tradicional.
En este contexto, la preferencia por las mascotas también ha crecido. Clínicas veterinarias, tiendas especializadas y servicios exclusivos para animales se han multiplicado en zonas urbanas, donde la vida con un perro o gato parece más viable y deseable que criar a un niño.
Una industria en expansión
El vínculo entre los millennials y sus mascotas ha generado un verdadero auge comercial. Hoteles boutique para perros, spas con aromaterapia, menús personalizados y restaurantes pet friendly son parte de una industria que crece a la par de esta nueva forma de vivir la adultez.
Así, lo que comenzó como una decisión personal se está convirtiendo en un fenómeno social y económico con impacto global.