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La preocupante dualidad de la malnutrición de niños, niñas y adolescentes en América del Sur y Chile Opinión

La preocupante dualidad de la malnutrición de niños, niñas y adolescentes en América del Sur y Chile

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Julio Mello Brugnara, Jacqueline Páez Herrera y Juan Hurtado Almonacid
Por : Julio Mello Brugnara, Jacqueline Páez Herrera y Juan Hurtado Almonacid Grupo de Investigación eFidac de la Escuela de Educación Física de la PUCV
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No sólo es un problema físico, sino que también presenta inconvenientes económicos.


La prevalencia combinada de bajo peso y obesidad ha aumentado en la mayoría de los países, siendo la obesidad el principal factor de este aumento. Este fenómeno es particularmente notable en América del Sur, donde Chile se destaca de manera alarmante.

El análisis global de las tendencias de bajo peso y obesidad, considerada como doble malnutrición, entre niños, niñas y adolescentes, y que fue titulado "Tendencias mundiales en peso insuficiente y obesidad de 1990 a 2022: un análisis conjunto de 3663 estudios representativos de la población con 222 millones de niños, adolescentes y adultos", publicado en 2024 en la revista The Lancet, revela un panorama preocupante.

Los datos continentales muestran un aumento significativo en la prevalencia de obesidad entre niños y adolescentes. En Chile, los datos son muy preocupantes, ya que actualmente es el único país latinoamericano de altos ingresos que ha superado a los países industrializados. La magnitud del aumento superó los 25 puntos porcentuales entre los niños chilenos, y un aumento alrededor de 20 puntos porcentuales para las niñas. Esos resultados posicionaron al país entre aquellos con las mayores tasas de aumento de obesidad juvenil a nivel global.

Este cambio drástico tiene implicaciones severas para la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud, casi 500 millones de personas desarrollarán enfermedades no transmisibles como enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes debido a la inactividad física entre 2020 y 2030, lo que costará aproximadamente US$27 mil millones anuales. Además, la carga económica del tratamiento de nuevos casos de esas enfermedades prevenibles alcanzará casi los US$300 mil millones para 2030.

Para combatir esta crisis, los gobiernos deben implementar políticas que promuevan laactividad física y el deporte entre los jóvenes. Recientemente, el Gobierno anunció un proyecto para implementar 60 minutos de actividad física diaria en las escuelas de Chile,pero vale recordar que hace muy poco tiempo se aceptó que la Educación Física escolar fuera optativa, y se disminuyó la carga horaria de la disciplina en el currículum escolar. La evidencia global es precisa cuando indica que la Educación Física escolar es una clave para el cumplimiento de las recomendaciones de actividad física de la OMS, que son de 60 minutos de actividades diarias, lo que actualmente solo un 27% de niños, niñas y adolescentes lo cumplen.

Las escuelas deben estar equipadas con instalaciones adecuadas y contar programas de deportes, ejercicios y fomento de la actividad física en el tiempo libre, como en los recreos.

En 2022, el Gobierno anunció una inversión en infraestructura deportiva para escuelas, con un compromiso de $2.500 millones destinados a mejorar las instalaciones en los colegios más vulnerables del país.

Es fundamental que las acciones sean intersectoriales, porque además de la infraestructura, es vital contar con actividades dirigidas para el desarrollo físico, social y cognitivo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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