Las redes sociales han transformado nuestras rutinas y, en el caso de niñas y adolescentes, han dado pie a una tendencia preocupante: la obsesión por el cuidado extremo de la piel, un fenómeno que no solo afecta en su autoestima, si no que puede causar problemas dermatológicos graves.
Las redes sociales imponen tendencias a cada minuto, las rutinas de ‘skincare’ son la última moda entre los usuarios, miles de personas se ven atraídas por las recomendaciones de influencers que promueven rutinas orientadas a alcanzar la “piel perfecta”.
La situación empeora cuando estas rutinas se convierten en una adicción para niñas y adolescentes que deciden imitar estos tratamientos que muchas veces terminan siendo perjudiciales si no se realizan adecuadamente.
Youniversal, una consultora especializada en tendencias de consumo, destaca que el 35% de las niñas entre 9 y 12 años ya usa productos cosméticos, lo que refleja la creciente presión por la belleza en edades tempranas. Este es un problema que se extiende a nivel internacional y sus resultados pueden ir desde alergias y manchas, hasta quemaduras superficiales, dejando marcas físicas y emocionales.
Este comportamiento se enmarca dentro de un fenómeno conocido como ‘cosmeticorexia’, la obsesión por el cuidado excesivo de la piel y el uso desmedido de cosméticos. Para la dermatóloga Katherine Barria, especialista en estética avanzada, este tema es “un asunto extremadamente alarmante” ya que lo que parece una solución rápida para obtener la piel perfecta puede terminar siendo un desastre para tu salud dermatológica.
“Estamos viendo cómo las redes sociales están impulsando prácticas peligrosas en el cuidado de la piel, especialmente en niñas que aún no comprenden los riesgos asociados al uso inadecuado de ciertos productos. Aquellos diseñados para pieles adultas, pueden contener ingredientes agresivos, provocando irritaciones, alergias severas, y en casos extremos, quemaduras químicas que dejan daños permanentes”, comenta.
Es necesario comprender cuál debe ser el cuidado adecuado de la piel en la infancia y adolescencia. Es por esto que es fundamental que padres, tutores e incluso educadores estén atentos a los contenidos que consumen niñas y niños en redes sociales. La educación sobre el cuidado de la piel debe estar basada en información médica confiable y adaptada a las necesidades de cada etapa de desarrollo y piel.
Barria, recomienda que, si las niñas muestran un verdadero interés en temas de cuidado de la piel, estos deben ser bajo la guía de un dermatólogo. Esto permitirá obtener orientación profesional adaptada a las necesidades específicas de su piel, evitando prácticas que puedan poner en riesgo su salud dermatológica.
“El skincare ideal para niñas debe ser sencillo y seguro, enfocado en hábitos básicos como una limpieza suave con productos acordes a su tipo de piel, el uso de un hidratante ligero y protector solar todos los días. Solo un especialista podrá guiarlas sobre las necesidades reales de su piel, evitando prácticas riesgosas influenciadas por tendencias digitales”, concluye.