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Demasiado azúcar, demasiadas caries: cómo proteger la salud bucal de los niños desde la infancia Salud

Demasiado azúcar, demasiadas caries: cómo proteger la salud bucal de los niños desde la infancia

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El consumo excesivo de azúcar es el principal enemigo de la salud bucal infantil, favoreciendo la aparición de caries y otros problemas. Expertos advierten sobre su impacto y entregan claves para prevenir daños: desde una alimentación equilibrada hasta hábitos de higiene esenciales.


La salud bucal de los niños y niñas en la etapa de crecimiento es muy importante. Es en este período donde comienzan a formarse los hábitos de lavado diario de los dientes.

Es por eso que, además de una adecuada higiene, es fundamental tener en cuenta el impacto que tienen ciertos alimentos en la salud bucal. Y es que algunos alimentos contienen demasiada azúcar, la que tiene un impacto significativo en la salud bucal de las personas, sobre todo de los niños ya que es una de las principales responsables de la formación de caries.

Cuando los niños consumen alimentos y bebidas azucaradas, las bacterias presentes en la boca los descomponen y producen ácidos que atacan el esmalte dental. Esto puede llevar a la desmineralización de los dientes, debilitándolos y generando caries.

Patricia Cuevas, odontopediatra de la Universidad de Chile y Consejera Nacional del Colegio de Cirujanas y Cirujanos Dentistas de Chile, explica que el azúcar es el principal culpable de la aparición de caries en los niños y “cuando los pequeños consumen azúcar, este se convierte en alimento para las bacterias en la boca, lo que puede llevar a la formación de caries. A corto plazo, esto puede causar dolor, dificultad para comer y problemas para dormir, afectando su bienestar general”.

Una buena higiene bucal no solo es lavarse los dientes al menos tres veces al día, si no que también tener una alimentación saludable. Es debido a esto que la alimentación y el consumir alimentos saludables juega un rol importante en la salud bucal, ya que influye en la fortaleza de los dientes, la producción de saliva y la prevención de enfermedades como la caries y la gingivitis.

La especialista asegura que, a largo plazo, las caries pueden ser muchísimo más peligrosas.  “Pueden resultar en un crecimiento deficiente, hospitalizaciones, altos costos de tratamiento y ausentismo escolar, lo que impacta negativamente en su calidad de vida. Por eso, es fundamental fomentar una alimentación saludable desde temprana edad para asegurar un desarrollo óptimo”, agrega Cuevas.

Pero el consumo de azúcar no solo afecta la salud bucal de los niños, además puede predisponer a otras enfermedades. “No solo aumenta el riesgo de caries, sino que también puede predisponerlos a enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares“, explica la experta.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda que tanto los adultos como los niños reduzcan la ingesta de azucares libres a menos del 5% de su ingesta calórica total diaria. Sin embargo, la experta agrega que los azúcares naturales tanto de frutas como lácteos si bien son más saludables, estos también deben consumirse con moderación.

Asimismo, Cuevas explica que el cepillado es fundamental luego de consumir alimentos altos en azúcares. “Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental que contenga entre 1000 y 1500 ppm de flúor puede ayudar a detener o ralentizar la progresión de las caries. Es una práctica esencial para mantener la salud bucal de los niños“, agrega.

Estrategias para prevenir el daño del azúcar en los dientes de los niños

Cuevas agrega que importante que los padres y cuidadores motiven a los niños a consumir una gran variedad de alimentos que proporcionen los nutrientes esenciales, vitaminas y minerales necesarios para su crecimiento y desarrollo, al mismo tiempo que se evita una dieta alta en azúcares libres.

Además, la experta recomienda los siguientes consejos para disminuir los azúcares:

  • Fomentar una alimentación equilibrada: Incluye en la dieta de los niños cereales integrales (como
    trigo, cebada, centeno, maíz y arroz), tubérculos ricos en almidón (como la papa), legumbres
    (como lentejas y porotos), verduras, frutas y alimentos de origen animal (como carne, pescado,
    huevos y leche).
  • Priorizar el agua: Asegúrate de que el agua sea la principal fuente de hidratación, evitando
    bebidas azucaradas.
  • Reducir los azúcares ocultos: Mantente alerta ante los “azúcares ocultos” presentes en productos
    como jugos envasados, pastelería (croissants, galletas), yogures líquidos, pan blando, patatas
    fritas y snacks dulces o salados, especialmente durante los primeros dos años de vida.
  • Optar por snacks saludables: Reemplaza las colaciones cariogénicas por opciones más nutritivas,
    como frutas, verduras y lácteos bajos en azúcar. Esto ayudará a los niños a obtener los nutrientes
    necesarios de alimentos que no sean ultraprocesados.
  • Cuidado con la alimentación nocturna: Intenta evitar la alimentación nocturna con mamaderas
    una vez que erupcione el primer diente. Si esto no es posible, asegure realizar la higiene bucal
    después de cada toma.
  •  Uso adecuado de las mamaderas: Evitar el uso de mamaderas con líquidos que no sean agua y
    nunca endulzar el chupete en líquidos azucarados, azúcar o miel.
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