Publicidad
Día de la Convivencia Escolar: una oportunidad para repensar el sistema educativo Niñez Crédito: El Mostrador

Día de la Convivencia Escolar: una oportunidad para repensar el sistema educativo

Publicidad

El Día Mundial de la Convivencia Escolar reabre el debate sobre el rol de la educación emocional, la inclusión real en las aulas y cómo transformar la escuela para responder a los desafíos del presente.


Cada 26 de abril se conmemora el Día Mundial de la Convivencia Escolar. Más que una efeméride, es una invitación a reflexionar sobre cómo estamos educando y conviviendo en nuestras escuelas.

La convivencia escolar no es solo la ausencia de conflictos o violencia, sino la calidad de los vínculos que se generan dentro de las comunidades educativas. Implica relaciones basadas en el respeto, la inclusión, el diálogo y el bienestar emocional. Y en un contexto marcado por el aumento de casos de acoso, estrés académico y problemas de salud mental en niños, niñas y adolescentes, se ha vuelto una prioridad.

Un reciente informe de la UNESCO, basado en más de 80.000 estudiantes de América Latina y el Caribe, concluye que la educación emocional es clave para mejorar la convivencia y prevenir la violencia. Incorporar habilidades socioemocionales al currículo escolar permite formar personas más empáticas, resilientes y comprometidas.

La educación emocional

Desde la Unesco insisten en que educar no puede limitarse a transmitir contenidos. Esther Kuisch Laroche, directora regional del organismo, afirma que “educar no puede limitarse a transmitir contenidos; debe también formar personas empáticas, resilientes y comprometidas con su entorno. La educación emocional no es un lujo: es una necesidad para garantizar ambientes escolares seguros, inclusivos y propicios para el aprendizaje”.

Iniciativas como Emotilab, de Santillana Chile, buscan aportar a este cambio con herramientas prácticas que permiten trabajar el bienestar emocional desde la infancia. Cápsulas audiovisuales, actividades guiadas y recursos para familias y docentes son parte de esta propuesta, que ya se implementa en distintas escuelas del país.

La directora de formación de Santillana Chile, Ximena Álvarez destaca que “no basta con enseñar matemáticas o lenguaje si los estudiantes no se sienten emocionalmente seguros, conectados y comprendidos en sus espacios escolares. La educación emocional debe dejar de ser un anexo y convertirse en un eje estructural del sistema”.

Inclusión educativa

Otro de los grandes desafíos que atraviesa la convivencia escolar es la inclusión. Para la académica y gestora de Caligrafix, Valentina Alvear, madre de dos hijos dentro del espectro autista, no se trata de justificar la violencia, sino de entender el contexto.  “Muchas veces, las normativas llegan antes que la capacitación. Así fue como nuestras aulas comenzaron a abrirse a la inclusión, generando nuevas oportunidades para familias como la mía, que antes sólo conocían el rechazo”, explica.

Aunque Chile ha avanzado en leyes como la Ley de Inclusión Escolar o la Ley TEA, la inclusión real no depende solo de la legislación, sino de condiciones concretas en las aulas con una formación docente, recursos de apoyo, espacios adecuados y metodologías.

Alvear propone implementar el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), que permite anticipar necesidades y diversificar estrategias desde el inicio. “No se trata de bajar la exigencia, sino de ofrecer más caminos para alcanzar las mismas metas”, enfatiza. 

En este Día Mundial de la Convivencia Escolar, no se trata de adaptar al niño, sino de transformar el sistema. De construir escuelas que abracen la diversidad, que prioricen el bienestar emocional y que enseñen, no solo a saber, sino también a convivir.

Publicidad