El nombramiento de Page como director ejecutivo de Google marca el primer capítulo de la rivalidad que las dos principales compañías de Internet mantendrán en los próximos años por hacerse con el mercado publicitario en línea
Si en las últimas tres décadas la guerra entre Apple y Microsoft marcó el camino de la innovación tecnológica, ahora la evolución de la Red dependerá del resultado de la batalla recién iniciada entre Larry Page y Mark Zuckerberg.
“Ya no necesitan que un adulto les supervise en el día a día”, con esta frase anunció ayer Eric Schmidt que a partir del próximo 4 de abril ya no será el consejero delegado de Google, tras más de 10 años ayudando a posicionar la empresa en lo más alto. Sin embargo, lo que se ha vendido como un cambio generacional al frente del buscador de buscadores esconde en realidad la decisión estratégica más importante de la compañía desde su creación.
La gestión del veterano Schmidt, de 55 años, consiguió convertir el sueño de dos jóvenes visionarios, Larry Page y Sergey Brin, en la empresa nativa de Internet más valiosa del mercado. Pero desde hace aproximadamente tres años han asistido al nacimiento de un nuevo fenómeno: Facebook. Al principio no suponía un peligro pero, desde Mark Zuckerberg decidió explotar comercialmente los anuncios, se está comiendo a bocados cada vez más grandes la tarta publicitaria de Internet, que hasta hace bien poco era coto privado de Google.
A medida que la popularidad de la red social se ha disparado –ya ha superado los 650 millones de usuarios en todo el planeta– su negocio se ha ido pareciendo cada vez más al del buscador. Ambas compañías ganan cantidades desorbitadas de dinero con la venta de anuncios, que en su mayoría provienen de empresas medianas y pequeñas, un modelo de negocio que ha hecho que Google ganase más de 200.000 millones dólares durante la última década. Un monopolio que ahora parece por primera vez amenazado.
De acuerdo con una estimación de la consultora eMarketer, especializada en inversión publicitaria on line, Facebook amasó más de 1.860 millones dólares derivados de la venta de anuncios a lo largo de 2010, con un aumento del 151%. El 60% de los ingresos publicitarios tuvieron su origen en pequeñas y medianas empresas, las más propensas a usar las herramientas de anuncios self-service en lugar de trabajar a través de una agencia de medios. De hecho, sólo 740 millones dólares llegaron a través de grandes multinacionales como Coca-Cola, Procter & Gamble o Match.com.
“Los anunciantes se están aprovechando del ascenso de Facebook”, explica Debra Williamson, analista de eMarketer. Para Williamson la clave estará en la compra masiva de publicidad, “lo han hecho durante años en Google, y ahora están repitiendo la experiencia con Facebook”. Gracias a su creciente popularidad, la red de los 650 millones de amigos está arañando cada vez más cuota del mercado publicitario al motor de búsqueda. A pesar de que Google aún factura más de 2.000 millones en publicidad mensualmente, la experta de eMarketer considera que en un plazo no muy largo de tiempo se podría establecer un duopolio.
Facebook representa actualmente casi el 5% del gasto total de anuncios en línea, una cifra que podría aumentar hasta un 8% en 2011. Además, Mark Zuckerberg cuenta con un as en la manga que podría marcar la diferencia: su web es el mayor almacén de datos de los consumidores en Internet, y eso tiene un valor incalculable.
Pero, además de la ambición económica, analistas acostumbrados a caminar entre las bambalinas de Silicon Valley como Zennie Abraham, del San Francisco Chronicle, consideran que el nombramiento de Larry Page tiene también un punto de vanidad. “Todo emprendedor desea ser conocido como la figura visible de su producto. Es algo que se cumple con Apple, con Facebook y ahora con Google”, asegura Abraham, quien estima que al nuevo director ejecutivo del gigante de Internet “no le gustaría que esta época fuera recordada como el periodo de Mark Zuckerberg”.
De ahí que la rivalidad entre Google y Facebook haya llegado también hasta el cine. Tras el éxito de crítica y público que ha cosechado La Red Social, vista por más de 25 millones de espectadores en todo el mundo, la historia del buscador llegará también a la gran pantalla. Groundswell Productions, responsable de películas como Milk (2008) o El Soplón (2009), será la encargada de acometer la película, que aún se encuentra en fase de preproducción, y que estará inspirada en el libro Googled: The End of the World As We Know It.
Sin embargo, el enfoque de partida será muy distinto. A diferencia de lo que sucedió con La Red Social, en la que Mark Zuckerberg no sale muy bien parado y que no contó con el respaldo de Facebook, la idea de Michael London, fundador de Groundswell y responsable del proyecto, es ser “comprensivo con las figuras de Sergey [Brin] y Larry [Page], con la esperanza de que la película sea tan interesante como la empresa que han creado”.
(Reporte especial de LaInformación.com para El Mostrador)