La clave de esta conexión estaría en una molécula llamada IRS-2, ya que su ausencia en modelos animales impide la potenciación a largo plazo de un proceso celular que refleja la adquisición de la memoria.
Investigadores de dos centros científicos españoles determinaron que en pacientes afectados por diabetes la ausencia de una molécula reguladora de la insulina, la IRS-2, tiene consecuencias en los procesos de adquisición de la memoria.
El trabajo, publicado en la revista Cerebral Cortex, fue presentado este lunes en rueda de prensa por Déborah Burks, investigadora principal del Laboratorio de Neuroendocrinología Molecular del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia (este), y Eduardo Martín, del Instituto de Investigación en Discapacidades Neurológicas de Castilla-La Mancha (centro de España).
El estudio proporciona una explicación sobre la prevalencia de deterioro cognitivo en pacientes con desórdenes metabólicos y establece un enlace directo entre la resistencia a la insulina y el daño cerebral.
Además, respalda estudios epidemiológicos en los que enfermedades como la obesidad, la hiperinsulemia o la diabetes incrementan el riesgo de desórdenes neurodegenerativos, tales como la enfermedad de Alzheimer.
La clave de esta conexión estaría en una molécula llamada IRS-2, ya que su ausencia en modelos animales impide la potenciación a largo plazo de un proceso celular que refleja la adquisición de la memoria.
En el caso de los pacientes con diabetes tipo 2, la expresión de los niveles de IRS-2 está reducida de forma significativa.
Según explicó Burks, se ha podido demostrar que la ausencia de la molécula impide la respuesta de las neuronas a estímulos que deben generar memoria.
«La ausencia de IRS-2 también induce resistencia a insulina en el cerebro, la zona responsable para las funciones de la memoria y el aprendizaje», señaló.
Los investigadores proponen que un aumento en la expresión y función de la molécula sería una diana muy atractiva en el tratamiento de diabetes y la prevención del deterioro de las funciones cognitivas.
Martín explicó que el deterioro de la memoria y el aprendizaje entre los diabéticos «es reversible restituyendo la insulina» y, aunque no se va a curar la diabetes, «sí se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes».
Los resultados del trabajo del CIPF beneficiarán tanto a los enfermos de diabetes tipo 1 como a los de tipo 2, y el objetivo será obtener un mejor entendimiento de los mecanismos básicos para poder aplicar la llamada terapia celular, que persigue la regeneración de órganos y tejidos dañados mediante la restauración de la pérdida o el daño de células del organismo.