La roca espacial, del tamaño de media cancha de fútbol, es tan opaca que los astrónomos sólo pueden observar su trayectoria en la gama infrarroja del espectro donde se refleja el calor del sol.
Un asteroide de 130.000 toneladas pasará mañana viernes a apenas 27.860 kilómetros de la Tierra, lo más cerca que ha estado un objeto cósmico peligroso de nuestro planeta, según los datos de que dispone la agencia espacial NASA.
El asteroide, denominado 2012DA14, fue detectado por astrónomos en España hace un año, cuando se hallaba a 4,3 millones de kilómetros de la Tierra y se aproxima a 28.100 kilómetros por hora, según la agencia espacial estadounidense.
La roca espacial, del tamaño de media cancha de fútbol, es tan opaca que los astrónomos sólo pueden observar su trayectoria en la gama infrarroja del espectro donde se refleja el calor del sol.
La primera detección del 2012DA14 la hicieron el 23 de febrero de 2012 astrónomos aficionados afiliados al observatorio de La Sagra, en Mallorca, y desde entonces varias agencias espaciales del mundo le han seguido la pista y han hecho proyecciones de su posible trayectoria.
El viernes 15 de febrero, a la hora 19:24 GMT, el asteroide de unos 45 metros de ancho, pasará sobre Sumatra (Indonesia) y se situará a unos 8.050 kilómetros por debajo de los casi 400 satélites geosincrónicos puestos en órbita por la humanidad.
La agencia espacial de Estaos Unidos sostiene que no hay probabilidades de que el asteroide impacte en la Tierra, y los astrónomos han proyectado el itinerario del 2012DA14 con tanta precisión que están seguros de que no se aproximará a menos de 27.520 kilómetros.
La Tierra recibe constantemente una lluvia de asteroides que, en su gran mayoría, son de tamaño pequeño y se queman por la fricción al penetrar la atmósfera.
La NASA recordó que en 1908 un asteroide, que se calcula que medía unos 40 metros de ancho, penetró la atmósfera sobre Siberia y aplanó los bosques en un área de 2.140 kilómetros cuadrados. El caso se conoce como el «incidente Tunguska».
Si el 2012DA14 estuviera en curso de colisión con la Tierra, estallaría en la atmósfera con una potencia de 2,5 megatones, equivalente a 157 veces la energía liberada por la primera bomba atómica detonada sobre Hiroshima (Japón) en 1945.
Tal estallido causaría destrucción en una amplia región, pero de ninguna manera sería una amenaza para la vida en el resto del planeta.
Los astrónomos saben, además, que el paso cercano del 2012DA14 no es en el curso de una órbita, por lo cual no esperan que el asteroide vuelva a aproximarse a la Tierra.
Pero la aproximación de mañana viene llena de promesas para los astrónomos, que están ansiosos por estudiar la composición de los asteroides.
Los científicos de la NASA usarán el Radar Goldstone de Sistemas Solares, instalado en el desierto de Mojave (California), para continuar la observación del asteroide después que haga su aproximación más cercana.
Los científicos calculan que una aproximación tan cercana -el 2012DA14 estará mucho más cerca de la Tierra que la Luna- de un objeto de tal tamaño ocurre aproximadamente cada cuatro décadas y el impacto en la Tierra una vez cada 1.200 años.
El 2012DA14 pasará cerca de la Tierra en horas diurnas en América, pero en otras partes del mundo será posible avistarlo como un pequeño punto de luz que pasa de norte a sur.