
La tecnología detrás de los televisores instalados en los buses del Transantiago
Los enlaces de datos están contenidos en una red privada y dedicada de alta velocidad, dentro de la cual se encuentran todos los dispositivos del canal, desde los equipos de los encargados de generar contenido hasta los players, los que son posibles de monitorear gracias al uso de una red 3G.
Desde agosto de 2012 algunos de los operadores del servicio Transantiago cuentan con pantallas donde los pasajeros pueden disfrutar de una completa y variada programación de televisión. Pero ¿cómo llega y se transmite la señal a las pantallas instaladas en los buses?
El canal BusTV está tecnológicamente basado en el software Digital Signage (Señalización Digital), que genera y sube el contenido, el que es enviado mediante un enlace dedicado a los diferentes terminales donde es administrado el hosting. Allí todo el contenido es enviado a los buses mediante antenas que alumbran el patio de cada operador del Transantiago mediante una señal wireless. En el interior de los buses el material es recibido en un player que está ubicado en la carrocería, y de ahí enviado a los monitores. Éstos transmiten la señal que se actualiza cada 24 horas.
Otra alternativa de carga es mediante un dispositivo 3G, con el que los buses pueden recibir información en tiempo real. Este sistema, será utilizado para transmitir avisos de contingencia en las rutas o noticias de último minuto.
Los enlaces de datos están contenidos en una red privada y dedicada de alta velocidad, dentro de la cual se encuentran todos los dispositivos del canal, desde los equipos de los encargados de generar contenido hasta los players, los que son posibles de monitorear gracias al uso de una red 3G.
Además, el sistema incorpora un receptor GPS, que permite saber no sólo dónde está ubicado cada bus, sino que también entrega información a los pasajeros sobre su próxima parada o datos de interés de su destino o recorrido. Esta tecnología será habilitada en una segunda etapa.
El desarrollo de este proyecto requirió un año de preparación tecnológica y una inversión inicial de US$ 3 millones, llegando mensualmente a más de 3,5 millones de usuarios.