El Instituto Tecnológico de Massachusetts, en EE.UU., prueba un dispositivo subcutáneo que libera una hormona anticonceptiva en el cuerpo de la mujer cada día durante 16 años.
Un anticonceptivo en un chip computadorizado que puede ser manejado a control remoto ha sido desarrollado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
El chip se implanta de forma subcutánea en la mujer y libera, todos los días durante 16 años, una pequeña dosis de la hormona levonorgestrel.
El dispositivo mide 20 mm x 20 mm x 7 mm y contiene un microchip de un centímetro y medio dentro con minúsculas reservas de la hormona almacenadas.
Una pequeña carga eléctrica derrite un sello ultra delgado alrededor del levonorgestrel, liberando una dosis de 30 microgramos en el cuerpo.
Pero el mecanismo puede ser detenido en cualquier momento utilizando un control remoto.
El proyecto cuenta con el apoyo de Bill Gates y será sometido a pruebas el próximo año.
Su salida a la venta podría ocurrir en 2018.
Existen otros tipos de anticonceptivos implantados en el cuerpo, pero los investiadores del nuevo método indican que todos los implantes anteriores requieren de una visita a una clínica y de un procedimiento ajeno al paciente para ser desactivado.
«La posibilidad de apagar y prender el dispositivo otorga ciertas ventajas a aquellos que están planificando una familia», sostuvo Robert Farra del MIT.
El próximo desafío para el equipo de científicos es lograr que su creación sea tan segura que no pueda ser activada o desactivada por otra persona sin el conocimiento de la mujer que lo porta.
«La comunicación con el implante tiene que ocurrir a una distancia no mayor a la del contacto con la piel, alguien en el otro extremo del cuarto no puede reprogramar el dispositivo», indicó Farra y añadió:
«Tan bien tenemos un código seguro que impide que alguien intente interpretar o intervenir esta comunicación».
La misma tecnología puede ser utilizada para administrar otras drogas.
Simon Karger, jefe del intervenciones quirúrgicas de Cambridge Consultants, señaló que la tecnología de los implantes enfrenta un campo muy amplio de desafíos y de riesgos.
Pero a nivel general, «el valor para el paciente de este tipo de dispositivos puede ser enorme».
«Nosotros vemos un futuro en donde una amplia variedad de condiciones pueda ser tratadas con sistemas implantados inteligentes».
Las noticias sobre el nuevo dispositivo se conocen en momentos en que gobiernos y organizaciones a nivel mundial han acordado llevar métodos anticonceptivos a una 120 millones de mujeres más en 2020.
Esta tecnología podría ser utilizada en áreas donde el acceso a anticonceptivos tradicionales es limitado, una de las mayores prioridades según el ingeniero biomédico Gavin Corley.
«Ésa sería una cuestión humanitaria más que la satisfacción de una necesidad en el primer mundo», le dijo Corley a la BBC.