«Más de 1.000 asistentes al seminario del Foro de Negocios entre Argentina y China, que se celebra en Pekín. ¿Serán todos de La Cámpora (la agrupación juvenil kirchnerista que suele concentrarse en las apariciones públicas de la presidenta para darle su apoyo) y vinieron sólo por el arroz y el petróleo?», escribió la mandataria argentina.
«Más de 1.000 asistentes al evento… ¿Serán todos de ‘La Cámpola’ y vinieron sólo por el aloz y el petlóleo?», tuiteó este miércoles la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quien se encuentra de visita oficial en China.
Traducción sugerida: «Más de 1.000 asistentes al seminario del Foro de Negocios entre Argentina y China, que se celebra en Pekín. ¿Serán todos de La Cámpora (la agrupación juvenil kirchnerista que suele concentrarse en las apariciones públicas de la presidenta para darle su apoyo) y vinieron sólo por el arroz y el petróleo?».
Con este tuit, que la mandataria fijó en la portada de su cuenta para que fuera el primero que todos vieran en su timeline, Fernández despertó una polémica por lo que muchos de sus críticos consideraron un mensaje «racista» o «desafortunado».
«Sorry. ¿Sabes qué? Es que es tanto el exceso del ridículo y el absurdo, que sólo se digiere con humor. Sino son muy, pero muy tóxicos», escribió más tarde.
Pero su broma no convenció a todos.
«La Cámpola y China se convirtieron en trending topic en Twitter, las críticas y chistes sobre ‘Crischina’ se multiplican en las redes sociales, el episodio llena las portadas de todos los diarios», explicó desde Buenos Aires el corresponsal de BBC Mundo, Ignacio de los Reyes.
Todo en plena crisis por el llamado caso Nisman, que investiga la misteriosa muerte del fiscal especial de la causa AMIA.
Esta semana se conoció que Alberto Nisman, hallado muerto en su departamento el pasado 18 de enero, había considerado pedir el arresto de Fernández por un supuesto acuerdo con Irán para exculpar a los presuntos responsables del ataque a un centro judío en 1994, algo rechazado por el ejecutivo.
Finalmente Nisman decidió no mandar esta solicitud de arresto al juez, pero a menos de un año de terminar su mandato la popularidad de la presidenta se encuentra en uno de sus momentos más bajos.