El arquitecto estadounidense diseñó con materiales reciclados la escuela de música Toki Rapa Nui que será inaugurada este viernes en la isla y que se suma a un proyecto similar que fue presentado hace pocos días en Uruguay.
Un total de 1.500 neumáticos, 40.000 latas de aluminio, 15.000 botellas de vidrio, 10.000 botellas de plástico y 10 toneladas de cartón. Esos son los materiales que se requirieron para la construcción de una escuela de música que será inaugurada este viernes en Rapa Nui, la que además cuenta con una techumbre y aislamiento acústico en base a un material molecular de última generación.
Se trata de un edificio con forma de flor que pertenece a la ONG Toki, integrada entre otros por la destacada pianista Mahani Teave, que se ideó en 2012 con el objetivo de preservar la cultura de la isla, y que pretende en el futuro convertirse en un centro donde los niños y niñas podrán desarrollar también otras disciplinas artísticas.
El arquitecto Michael Reynolds, que desde hace 45 años se dedica a la construcción de viviendas autosustentables, es quien está detrás de este proyecto que salió adelante con el trabajo de numerosos voluntarios. Fue él también quien diseñó una estructura similar que fue inaugurada el pasado 30 de marzo en el departamento uruguayo de Canelones, y que se convirtió en la primera escuela sustentable de América Latina, la que en 270 metros cuadrados espera recibir 100 niños cada año, donde además de la educación básica primaria participarán en talleres de sustentabilidad en todos los niveles. El recinto obtiene energía mediante paneles fotovoltaicos y molinos de viento.
La de Isla de Pascua utiliza un techo en base a una membrana elastomérica que fue donada por el empresario estadounidense Glenn Mc Shand, a través de su empresa Master Tec. Es un material biodegradable que no usa productos derivados del petróleo, que es resistente al fuego y tiene una vida útil de 25 años. Consiste en una tecnología molecular hasta ahora usada en programas aeroespaciales y para reducir el impacto medioambiental de los procesos de plantas mineras y de generación eléctrica.
Al igual que su versión uruguaya, la del centro integral biosustentable Toki Rapa Nui también está dotada de paneles fotovoltaicos para la generación sustentable de electricidad, los que comenzaron a instalarse a fines de marzo.
En las últimas semanas los voluntarios, varios de ellos chilenos continentales y extranjeros, trabajaban con celeridad ultimando los últimos detalles previos a la ceremonia inaugural.
Si bien la construcción de escuelas sustentables en la región era algo inédito, Reynolds ya había estado a cargo de varios proyectos latinoamericanos de la misma línea como parte de la organización Earthship Biotecture, dedicada a fomentar este tipo de edificaciones a nivel global en base a neumáticos rellenos de tierra que usan la masa termal para regular de manera natural la temperatura interior.
De nacionalidad estadounidense y con residencia en Nuevo México, el arquitecto comenzó a construir hace dos años la que denominó como la primera vivienda sustentable de América Latina en la ciudad argentina de Ushuaia, en el extremo austral.
Se trata de «Tol-Haru, la Nave Tierra del Fin del Mundo». Para tal efecto reclutó a un grupo de 50 alumnos de «la primera Academia Internacional de entrenamiento para la construcción autosustentable», a los que se sumaron otros 10 habitantes de Tierra del Fuego interesados en la iniciativa.